Comportamiento del jerbo, Meriones unguiculatus

Comportamiento del jerbo, Meriones unguiculatus
Frank Gärtner (sp.depositphotos.com)

El jerbo de Mongolia es un pequeño mamífero integrado en el orden de los roedores, pertenece a la familia Muridae (murídidos) y subfamilia Gerbillinae, género Meriones. Su nombre científico es Meriones unguiculatus. Debido a su tenencia como mascota, es importantes conocer el comportamiento del jerbo, de esta manera se pueden recrear determinados aspectos que sigue en la naturaleza, y su adaptabilidad a un entorno en cautividad será más positivamente.

Comportamiento social del jerbo

El jerbo es un animal que vive en pequeños grupos familiares durante todo el año, lo cual le aporta a la especie considerables beneficios en cuanto a defensa y adquisición de recursos, así como también su adaptación a ciertas condiciones climáticas.

El grupo suele estar conformado por una pareja fundadora reproductiva y sus descendientes reproductivos. Por lo general, suelen haber de 2 a 17 individuos de todas las edades y sexos, en una familia. También es común que el número de hembras sea mayor que el de machos. Cada miembro del grupo cumple con una función específica. La hembra de mayor edad tiene una función reproductora, mientras que el macho y las hembras más jóvenes ayudan en la defensa territorial y en el cuidado de las crías o hermanos.

Monogamia

Resultados sobre su estudio, han puesto en evidencia un comportamiento monógamo hasta que ocurre la muerte o pérdida de alguno de los miembros de la pareja. Se ha observado que forman parejas aproximadamente a las 8 semanas de haber alcanzado la madurez sexual.

Territorialidad del jerbo

A pesar de vivir en grupos familiares, son fuertemente territoriales, por lo que evitan la introducción de extraños en sus territorios. Incluso tienen un reconocimiento de parentesco basado en un olor familiar, el cual es propagado a través de las glándulas ventrales del miembro de mayor rango en el grupo.

Las hembras también marcan su territorio con posterioridad al parto y se vuelven más agresivas, llegando a matar al macho en algunas ocasiones. Al parecer, la relación genética o familiaridad existente entre los miembros del grupo es necesaria para que ocurra transferencia de información, en relación al comportamiento del jerbo.

Comportamiento del jerbo ¿Hábitos nocturnos o diurnos?

Meriones unguiculatus es un animal muy activo, aunque hay ciertas inconsistencias en este aspecto, ya que algunos autores sugieren que es estrictamente de hábitos nocturnos, mientras que otros lo catalogan como diurno o con patrones crepusculares.

Al parecer, esta variación en el comportamiento del jerbo se debe a las condiciones ambientales del lugar, específicamente a la temperatura. En condiciones de alta temperatura (meses cálidos), tienden a ser nocturnos, a bajas temperaturas (meses fríos) son de hábitos diurnos, mientras que a temperaturas intermedias su actividad es crepuscular.

En cautiverio, en cambio, el comportamiento del jerbo se ve fuertemente influenciado por la actividad humana, especialmente por los ruidos y las luces artificiales. Todo esto muestra su increíble capacidad para adaptarse rápidamente al medio que lo rodea.

El comportamiento del jerbo no es de naturaleza agresiva

Ágil y curioso, de movimientos rápidos y un buen excavador. Es a la vez un animal muy sociable, que en raras ocasiones exhibe un comportamiento agresivo, lo que lo hace ideal como mascota.

Por lo general, pasan gran parte del tiempo alimentándose y acicalándose. Al ser tan activos, en condiciones de cautiverio, será necesario que cuenten con algunos juguetes para treparse y ruedas para correr o hacer ejercicios.

Costumbres en cuanto hábitat y requerimientos ambientales

Aunque toleran un amplio rango de temperatura (entre 0°C y 32°C), en condiciones extremas de frío o calor suelen aletargarse. Requieren un porcentaje de humedad inferior al 50% para mantener sano el pelaje y no tienen requerimientos especiales de luz, sin embargo cuando están en casa o en laboratorio se aconseja ubicarlos lejos de la luz solar directa.

Viven en madrigueras subterráneas, de amplios túneles y largas galerías (entre 4 y 6 metros) que ellos mismos construyen y las cuales muchas veces sirven para escapar de sus depredadores. Se consideran animales acaparadores, y a pesar de que no hibernan recolectan semillas y otros alimentos para almacenarlos en sus madrigueras, aun cuando estas se encuentran surtidas. Pueden llegar a acumular hasta 1,5 Kg de alimentos en sus madrigueras.

Comportamiento del jerbo en cautiverio

En cautiverio, el comportamiento del jerbo suele ser nervioso cuando se les encierra en jaulas, probablemente porque se sienten muy expuestos, por lo que se recomienda colocarlos en cajas o contenedores profundos de vidrio o plástico, de manera que puedan recrear el ambiente de una madriguera.

Al ser de hábitos masticadores, también requerirán en sus ambientes artificiales, de elementos que puedan roer y morder, tales como trozos de cartón, madera, ramas o papel. Este material tendrá que ser repuesto continuamente, ya que estos animales son destructores competentes. Falta de oportunidades para cavar y masticar pueden conducir en cautiverio al desarrollo de comportamientos estereotipados, como cavar incesantemente en las esquinas de las cajas o morder los barrotes de las jaulas.

Vocalizaciones y rituales

Tanto los adultos como las crías producen vocalizaciones ultrasónicas, que parecen estar asociadas a un sistema de comunicación entre los miembros del grupo. En el caso de las crías se cree que funcionan como señal de auxilio cuando se encuentran en situación de peligro, mientras que en los adultos es posible que jueguen un papel importante en el comportamiento reproductivo del jerbo.

Otro comportamiento del jerbo interesante, es un golpeteo o movimiento rápido de sus patas traseras, interpretado por algunos investigadores como una señal de alarma en respuesta a un estímulo externo. Esta acción se ha observado sobre todo después de una pelea con miembros de otros grupos, también, cuando machos y hembras se encuentran con individuos de la misma especie pertenecientes a otras comunidades familiares.

Cuando M. unguiculatus interactúa con otros miembros de su grupo familiar experimentan un aumento de su temperatura corporal, en respuesta a esto se observan rituales de aseo y limpieza como mecanismos de regulación de la temperatura. Sin embargo este no es el único mecanismo que les permite regular la temperatura, ya que se ha estudiado que los baños de arena en el desierto cumplen con la misma función, ya que dependen de la temperatura y aparentemente median cambios termorreguladores en la absorción de calor y la reflectancia.