Comportamiento del zorro, dominancia, territorialidad y sociedad

Comportamiento del zorro
Michele Lamberti

Desde cuentos infantiles hasta deidades, el zorro ha sido parte de la cultura popular, siendo considerado un animal astuto, tramposo y travieso. Es por ello, que se nos hace fácil imaginarnos a este cánido de tamaño mediano, con sus orejas puntiagudas, su cola felpuda y su manto rojizo. Se trata de un mamífero, Clase Mammalia, perteneciente al orden de los carnívoros (Orden Carnívora), grupo taxonómico donde no solo encontramos la Familia Canidae, sino también a los felinos, osos y otros depredadores. Se les clasifica en la Tribu Vulpinis, en donde encontramos al menos ocho géneros de cánidos a los que comúnmente se les denomina zorros. No obstante, en este artículo, nos vamos a enfocar en lo que se sabe sobre el comportamiento del zorro común, perteneciente a la especie Vulpes vulpes, de la cual se conocen 45 subespecies.

Cómo son estos mamíferos

Antes de estudiar el comportamiento del zorro, es necesario conocer su morfología, así tenemos que esta especie se caracteriza por tener un hocico alargado, orejas erguidas y puntiagudas, así como ojos pequeños, cuyas pupilas son verticales. Cuentan con un cuerpo grácil, con la típica forma de los cánidos, de extremidades finas y alargadas, con patas pequeñas y una cola cuyo largo es prácticamente el 70% de la longitud total de su cuerpo.

Su coloración varía desde el rojizo hasta el pardo e incluso los hay de color negro; por su coloración se pueden identificar tres grupos de zorros: los rojos o salvajes (cuyas tonalidades rojizas pueden variar), los melánicos (de pelaje negro) y los de rojo indeterminado, que presentan una coloración rojiza, pero con un manto oscuro sobre el dorso. Llegan a medir loa 33 cm hasta el 1.10 m de longitud cabeza-cuerpo, mientras que la cola alcanza longitudes entre 30 a 50 cm; su peso oscila entre los 3 a los 14 Kg. Presentan dimorfismo sexual, el cual se manifiesta en sus tallas, siendo el macho de mayor temprano que las hembras.

Se trata de carnívoros generalista y oportunista, además el comportamiento del zorro es crepuscular a nocturno; lo que les permite vivir en diferentes ecosistemas. Generalmente, su dieta se basa en conejos, roedores, carroña, algunas aves e invertebrados, incluso se ha llegar a registrar la ingesta de frutos. Al tener un amplio abanico de recursos alimenticios que pueden consumir, se les puede encontrar en distintos tipos de ecosistemas, desde estepas, tundras, bosques, cultivos e incluso en zonas urbanas, desde el nivel del mar hasta una altitud de 3.000 msnm. Su distribución se extiende a nivel mundial, en especial en el hemisferio norte.

Al encontrarse tan extensamente distribuido, es normal que los investigadores estén deseosos de conocer sobre la biología, fisiología, ecología y etología, así como sus relaciones evolutivas con zorros de otros géneros e incluso con otros cánidos. En el presente artículo, vamos a dar una breve mirada a los conocimientos básicos sobre el comportamiento del zorro.

Comportamiento del zorro con respecto a la dominancia y territorialidad

El comportamiento del zorro, a diferencia de sus primos lejanos los lobos, es solitario y territorial; es por ello, que es común apreciar como adoptan y protegen un área determinada, a la cual se ha denominado dominio vital. Se trata de un área que puede extenderse por varias hectáreas y cuyo tamaño depende de la presencia de otros zorros, depredadores o asentamientos urbanos, así como de la cantidad de recursos disponibles e incluso de las proporciones (peso y talla) del zorro, así como de su capacidad para defenderlo. El tamaño de cada dominio vital puede variar entre 12 Km2 a 50 Km2, y a lo largo de su extensión se ubican numerosas madrigueras y refugios.

Es importante destacar en cuanto al comportamiento del zorro que estos no solo delimitan su área de dominio vital por medio del marcaje territorial, sino que la protegen activamente de intrusos. En raras ocasiones, estos territorios se solapan con los de sus vecinos y de hacerlo, estos solapamientos dependen del sexo, la edad y el parentesco que pueda existir entre estos cánidos. El solapamiento entre sexos se da entre machos y hembras adultas, estando relacionado con el comportamiento del zorro durante la reproducción o con la formación de pequeñas unidades debido a la escasez de recursos tróficos.

Comportamiento social del zorro

El comportamiento del zorro es normalmente solitario, siendo un animal territorial. Es por esta razón, que en la naturaleza solo podremos documentar individuos o unidades conformadas por dos ejemplares, normalmente una pareja reproductora. No obstante, se ha registrado pequeños grupos que podrían compartir un mismo territorio; en estos casos, la mayoría de los individuos son hembras (entre 2 a 5) y pueden incluir un solo macho adulto. También nos encontramos con unidades conformadas por madres y sus crías, en ocasiones el macho reproductor está presente, quién colabora en el cuidado de la camada hasta que las crías puedan abandonar la madriguera. Incluso, se han documentado grupos o unidades conformadas por más de una hembra adulta y sus crías, donde las acompañantes participar en el cuidado y protección de los juveniles en vez de los machos.

Cuando los recursos tróficos son limitados, el número de hembras adultas no reproductoras aumenta, dedicándose a proteger a las crías de otras hembras. Las asociaciones entre zorros son muy raras, siendo consecuencia de la reducción de sus territorios y la falta de disponibilidad de recursos tróficos.

Es normal que al alcanzar una edad entre los 6 y 9 meses, las crías empiezan el proceso de separación y dispersión, es decir, comienzan a separarse de sus progenitores. Este comportamiento del zorro está asociado con las estaciones, ya que inicia durante los meses de invierno y finaliza en primavera, cuando se inicia la temporada reproductiva y las hembras entran en celo. A su vez, se relaciona con mecanismos biológicos y evolutivos, para evitar la endogamia y asegurar el flujo genético en las poblaciones de zorros.

Todos los ejemplares juveniles se dispersan durante ese periodo, adoptando un desplazamiento errático por los territorios colindante al de sus padres; aunque puede ocurrir que las hembras jóvenes permanezcan en territorios compartidos con otras hembras o con sus madres. Durante este proceso de dispersión, aumenta la mortalidad de los zorros juveniles, dado que se exponen no solo a los depredadores, sino que aumenta la probabilidad a fallar en la búsqueda de alimento.

Estrategias de comunicación entre zorros

Los zorros cuentan con diferentes estrategias de comunicación con sus pares, entre las que se incluyen el lenguaje corporal, las vocalizaciones y el marcaje con olores, estas son muy relevantes para el estudio del comportamiento del zorro.

Al ser animales territoriales, es importante para ellos poder informar a sus pares cuales son los límites de su dominio y su presencia, siendo esta una manera de intimidar y evitar la confrontación directa con los intrusos que quieran invadir su territorio. También, es una forma de comunicar a otros zorros cuando una hembra se encuentra en celo, y algunos investigadores consideran que pueden transmitir información sobre ellos como individuo, como el sexo, la edad y su estado de salud. El comportamiento del zorro puede verse afectado por la presencia de otro, lo que resalta la importancia de las distintas vías de comunicación.

Comunicación visual

Como la mayor parte de los cánidos, los zorros son capaces de comunicarse tanto por sus expresiones faciales como por sus posturas corporales. Si muestra los diente, con las orejas erguidas y el pelo del lomo erizado, el comportamiento del zorro es agresivo o intimidante, que puede apreciarse cuando esté ante un intruso o un depredador. En cambio, si el zorro se muestra con la cabeza y orejas gachas, así como la cola entre las patas, está exhibiendo una postura de sumisión o miedo. Las posturas corporales pueden revelar conductas de dominancia, que permiten establecer una jerarquía ante las raras asociaciones de más de dos zorros y también permiten saber si una hembra está dispuesta para la reproducción.

Comunicación auditiva-vocal

Los zorros son capaces de gruñir, gemir, chillar y sollozar, siendo estos algunas de las más de 28 tipos de vocalizaciones que se han registrado para estos animales. Las vocalizaciones son respuestas conductuales relacionadas a situaciones específicas, los zorros son capaces de gruñir cuando están ante un intruso, chillan sin son asustados y sollozan en caso de estar heridos, las crías expresan hambre o dolor. Incluso, algunos de estos sonidos se han asociado a emociones como el miedo, el dolor y la angustia.

Comunicación olfativa

El marcaje por secreciones permite delimitar el territorio de los zorros sin la necesidad de encontrarse con sus pares, también sirve para informar a los machos cuando una hembra se encuentra en celo y está dispuesta a aparearse. Este marcaje puede llevarse a cabo mediante la orina, heces y secreciones del saco anal y la glándula supracaudal.

Bibliografía

  • López-Martín, J.M. et al. 2007.
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  • Palomo, J. et al. 2007.