Comportamiento del tigre (Panthera tigris)

Comportamiento del tigre, Panthera tigris
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El tigre (Panthera tigris) es un representante de la familia Felidae, que conforma junto con otras tres especies, leones, jaguares y leopardos, el grupo de los grandes felinos. Esta especie tiene una amplia distribución en el continente asiático y además, constituye la especie más grande de los felinos actuales. En este artículo se detallan las características más relevantes relacionadas con el comportamiento del tigre.

Un tigre de bengala adulto promedio mide cerca de 3 metros desde la punta de la nariz hasta la punta de cola. El peso de los machos puede llegar hasta los 260 kilogramos y las hembras alcanzan entre 100 y 160 kilogramos. A pesar de estas características, existe cierto grado de variación entre las poblaciones que existen a lo largo de toda su área de distribución, a menudo asociadas con las características ambientales en las que viven.

Aquellos tigres que viven en regiones con altas temperaturas características de zonas tropicales, tienden a ser más pequeños y de contextura más delgada que los tigres distribuidos más hacia el norte. Actualmente, los tigres se componen de nueve subespecies a lo largo de todo su rango de distribución, tres de las cuales ya se han declarado extintas.

Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) los tigres están incluidos en la categoría “En peligro”. Entre las causas de la disminución acelerada de los niveles poblacionales de esta especie se encuentran la intervención del hábitat, la disminución de las poblaciones de las presas que estos consumen, la eliminación selectiva y la caza furtiva para el comercio de pieles y consumo de carne, huesos y otras partes. Además de esto, se estima que la población de adultos reproductivos ha disminuido drásticamente, y en la actualidad se encuentran aproximadamente unos 2500 ejemplares en la naturaleza.

Los tigres ocupan un rango altitudinal que abarca desde los 0 hasta los 4500 metros de elevación. En el pasado los tigres ocuparon ampliamente el territorio asiático desde Turquía hasta la costa este de Rusia. Sin embargo, actualmente solo ocupan alrededor del 6% de su distribución original. Ocupan principalmente ambientes de selva tropical en Asia, pero además pueden ocupar ambientes más secos y fríos, incluyendo regiones montañosas a gran altitud como en Bután (4500 metros de elevación).

Una vez detallado los aspectos más relevantes de este felino, pasamos a describir el comportamiento del tigre desde su perpectiva social, depredación y reproducción.

Territorialidad

El comportamiento del tigre se caracteriza principalmente por su territorialidad. Los territorios ocupados por los tigres suelen ser pequeños en aquellos sectores donde la disponibilidad de presas es alta. En Nepal y la India por ejemplo, una hembra puede tener un territorio de aproximadamente 20 km2, mientras que al oriente de Rusia el territorio de una hembra adulta sana puede abarcar los 400 km2.

Este mismo patrón puede extenderse a las densidades poblacionales de los tigres, pues donde existe mayor número de presas pueden existir 19 tigres por cada 100 Km2 y menos de 1 tigre por cada 100 km2 en aquellas zonas donde la disponibilidad de presas es baja.

El comportamiento del tigre cuando existe un solapamiento en los territorios de los individuos adultos sigue el mismo patrón que el observado en otros grandes felinos de comportamiento solitario. El territorio de una hembra raras veces entra en contacto con el de otras hembras, sin embargo, el territorio de los machos puede abarcar el territorio de dos hembras o más.

Los tigres machos son muy territoriales, por lo cual, no permiten el ingreso de otros tigres machos competidores. Para ello patrullan activamente el territorio y marcan su territorio bien sea con marcas de orina, o con marcas de sus garras en árboles.

Cuando un macho forastero entra al territorio de un macho residente generalmente entran en combate, el cual puede terminar con la vida del macho visitante o viceversa, sin embargo, es más común que uno de los dos sea expulsado del territorio.

Comportamiento del tigre con los humanos

A pesar de que la mayoría de historias que rodean a estos animales sugieren un comportamiento del tigre agresivo hacia los humanos son mitos y relatos exagerados, se han reportado diversos casos de antropofagia en estos animales. Los casos más excepcionales datan de lugares con altas densidades de poblaciones humanas, que llegan a solaparse con los territorios de los tigres.

En la mayoría de los casos, los tigres que han atacado a personas, son individuos de edad avanzada o que presentan alguna dificultad para cazar presas naturales, lo que sugiere que estos animales solo consideran a los seres humanos como parte de su dieta, si estos constituyen presas con mayor disponibilidad y más fáciles de cazar. Además, también pueden atacar a las personas si llegan a sentirse amenazados, sobre todo las hembras con crías.

Por otro lado, los seres humanos han cazado a los tigres hasta llevarlos al borde de la extinción. Estos animales son asesinados por múltiples razones, en algunas localidades son cazados por representar una amenaza para las actividades ganaderas, aunque la razón más común es la comercialización de su piel. En China, los huesos y otras partes de los tigres son usados en las prácticas de medicina tradicional, mientras que en otros países de Asía, los tigres son capturados para su comercio como mascotas exóticas.

Comportamiento del tigre en la selección de presas

La presencia de tigres en un determinado ambiente está íntimamente ligada a la presencia de poblaciones sanas de ungulados grandes. Los cerdos salvajes así como ciervos de múltiples especies, son los tipos de presas más importantes dentro de la dieta del tigre, por lo que necesitan que existan poblaciones grandes de estos mamíferos para sobrevivir y mantener tasas reproductivas altas. Dependiendo del sexo y el estado reproductivo, los tigres necesitan consumir una media de entre 50 y 60 presas al año.

El comportamiento del tigre en la selección de presas sigue un patrón oportunista, incluyendo en muchas ocasiones presas menos importantes como aves, peces, roedores, reptiles, anfibios e insectos y algunos mamíferos pequeños como primates y puercoespines. Además, se sabe que los tigres pueden consumir presas de gran tamaño incluyendo entonces elefantes, búfalos de agua y ungulados que son presas de gran calibre. La disponibilidad de presas grandes dentro del territorio ocupado por un tigre garantiza su propio éxito reproductivo.

Algunos factores como la edad y sexo de los animales y la temporada pueden influir sobre el comportamiento del tigre al momento de elegir a sus presas. En general, los individuos juveniles y los machos reproductivos, pueden consumir mayor cantidad de ganado, aunque en sus territorios haya suficiente disponibilidad de presas salvajes. Esto coincide con el comportamiento oportunista de los tigres, pues estos suelen preferir presas con mayor facilidad de acceso.

Esta característica en el comportamiento del tigre asociado a su alimentación, produce una interacción negativa con los humanos, lo que ha llevado a emplear estrategias de conservación de la especie para evitar que sean asesinados por los lugareños. En algunas regiones de la India se han establecido reservas alejadas de los asentamientos humanos y se han implementado además, prácticas donde los ganaderos resguardan al ganado valioso y dejan al ganado “no deseado” para el aprovechamiento de los tigres.

Un tigre macho promedio necesita alrededor de 5,2 kg de carne al día para sobrevivir, mientras que las hembras no reproductivas requieren de 3,9 kg y las hembras con crías alrededor de 11,4 kg para cubrir sus demandas energéticas.

Comportamiento del tigre en la reproducción

El comportamiento del tigre en la reproducción y los parámetros reproductivos de esta especie de felino en la naturaleza, permanecen muy poco estudiados en gran parte del rango de distribución de estos animales, por lo que la mayoría de la información proviene de individuos mantenidos en cautiverio y de algunas subespecies con poblaciones mejor conservadas.

Una hembra de tigre es receptiva durante un período corto de tiempo, en el cual un macho debe localizarla para iniciar el cortejo y los actos reproductivos. Generalmente, la edad óptima de reproducción para machos y hembras ocurre luego de los cuatro años de edad.

La hembra puede parir hasta seis crías dependiendo de la región en la que se encuentre, generalmente el número de crías está asociado con la disponibilidad de alimento en el área de cría. Las hembras durante el periodo de cría y lactancia consumen más del doble de las presas que caza un macho adulto sano para lograr mantener los requerimientos energéticos de sus cachorros. En aquellos lugares donde las poblaciones de las presas han disminuido drásticamente debido a la caza furtiva, las poblaciones de tigres son casi insostenibles por lo que existe una alta mortalidad en las crías.

En muchos casos la escasa disponibilidad de las presas más consumidas causa la modificación del comportamiento del tigre a nivel alimenticio. Esto último causa una serie de conflictos con los humanos, pues los tigres eligen animales domésticos y ganado como fuente de sustento, por lo cual son perseguidos para su alimentación.

En muchas ocasiones también ocurre el infanticidio. Machos adultos que ingresan al territorio de otros machos generalmente eliminan los cachorros de las hembras con las cuales se topan y que son hijos de otros machos. Al eliminar las crías de las hembras, estas pueden entrar en celo y reproducirse con los machos, por lo cual, el infanticidio resulta una estrategia utilizada para asegurar la supervivencia y propagación de los genes de dichos machos.

Para concluir este tema sobre el comportamiento del tigre, hay que destacar que las crías de tigres alcanzan la independencia definitiva luego de los dos años de edad, llegado este momento las crías machos migran lejos del territorio de cría mientras que las crías hembras se ubican en sectores cercanos al territorio de la madre.

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