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El nicho ecológico hace referencia al conjunto total de condiciones tanto abióticas como bióticas que necesita un organismo o una población de una determinada especie para sobrevivir. Esto trae consigo una premisa importante que indica que dos especies no pueden ocupar exactamente el mismo nicho ecológico, pues la interacción entre las mismas genera competencia por los recursos y, eventualmente, la desaparición o el desplazamiento de una de las especies.
En la naturaleza es más probable que el nicho ecológico de dos especies se solape o sobrepongan entre sí, por lo que las relaciones interespecíficas de competencia se establecerán alrededor de solo una parte de los recursos. Otra forma de definir el nicho ecológico de una especie sería, el lugar que ocupa dicha especie en el ambiente biótico, sus relaciones con el ambiente y con sus enemigos.
Nicho ecológico y el principio de exclusión competitiva (hipótesis de Gause)
Gaus (1934) postuló que como resultado de la competencia, dos especies semejantes muy pocas veces ocupan nichos similares, en vez de esto último, las especies se desplazan gradualmente de manera tal, que cada una se habitúa a alimentos y modos de vida específicos, teniendo de esta manera ventajas sobre especies competidoras.
Una especie puede diferenciar su nicho, cuando al existir competencia modifica su requerimiento de recursos, reduciendo de esta manera la competencia directa con otras especies. Esto último es lo que conocemos como principio de exclusión competitiva.
El total de condiciones que necesita un organismo es conocido como hipervolumen pues en él se incluyen absolutamente todas las condiciones que se evalúen o recursos presentes en el ambiente, incluyendo además las adaptaciones de las especies a dichos recursos y las interrelaciones entre ambos.
El nicho de cada especie existente es, al menos en parte, el resultado del proceso evolutivo, pues factores como la disponibilidad de recursos y la competencia por los mismos definen a futuro el nicho ecológico de la especie.
La extinción no siempre es el desenlace de la competencia entre dos poblaciones. La diferenciación de nicho ecológico puede presentarse cuando un cambio en los requerimientos de una especie minimiza el efecto de la competencia con otra, modificando finalmente su nicho. Un ejemplo de esto es cuando una especie realiza un cambio menor en la preferencia por algún alimento. El consumo de diferentes partes o de distintas partes del desarrollo de una planta puede mitigar la competencia por una misma fuente nutritiva.
A pesar de que el principio de exclusión competitiva esta íntimamente relacionado al concepto de nicho existen situaciones en las que no cabe lugar este principio. Entre estas situaciones encontramos:
– Ambientes inestables que no alcanzan el equilibrio y en los que viven especies colonizadoras.
– Ambientes en los que las especies existentes no compiten por recursos.
– Ambientes fluctuantes que invierten la dirección de la competencia antes de que resulte un hecho procesos como la extinción.
Es interesante resaltar, como hemos señalado anteriormente, que el nicho ecológico de una especie se corresponde con la función de un organismo en una comunidad. Por otro lado, el hábitat se refiere a los diversos ambientes en que está presente una especie, siendo en esencia un concepto sobre la distribución de una especie en el espacio.
Nichos ecológicos similares pueden ser ocupados por diferentes animales en diferentes regiones, por ejemplo, el corzo africano ocupa el mismo nicho que el venado rojo euroasiático.
Tipos de nicho ecológico
En ecología existen dos concepciones del nicho ecológico que se diferencias entre sí en lo siguiente:
Nicho ecológico fundamental: hace referencia al conjunto total de condiciones en las cuales una especie puede vivir. También es conocido como nicho potencial.
Nicho ecológico real o nicho realizado: Se refiere al conjunto total de condiciones en las que un organismo puede vivir interactuando con otras especies, es decir, con presiones de competencia, y en las que la especie estudiada es capaz de sobrevivir y reproducirse.
Según el concepto de nicho, las especies también pueden ser clasificadas como generalistas o especialistas de acuerdo a la amplitud de nicho. Algunas especies poseen nichos ecológicos estrechos para un determinado recurso, pueden vivir solo en un determinado hábitat, tolerar un margen reducido de condiciones climáticas o usar una cantidad reducida o limitada de recursos alimentarios. Uno ejemplo de este tipo de organismo serían la salamandras tigre, las cuales requieren para su reproducción, estanques libres de peces para garantizar la supervivencia de sus larvas. Por otro lado, los osos panda se alimentan casi exclusivamente de bambú, por lo que la deforestación y eliminación de varias especies de estas plantas han causado disminuciones drásticas de estos mamíferos.
Otras especies consideradas generalistas presentan nichos amplios. Pueden habitar en una gran diversidad de hábitats, consumir una gran variedad de alimentos (omnivoría) y soportar múltiples condiciones ambientales. Dentro de este tipo de organismos se incluye la especie humana, roedores e insectos plaga, entre otros.
Ambos organismos especialistas y generalistas, tienen ventajas y desventajas. Los organismos especialistas tienen poca competencia en ambientes poco cambiantes como la selva tropical lluviosa en el que no hay casi competencia. Sin embargo, en ambientes sumamente cambiantes los organismos generalistas están mejor adaptados que aquellos con límites estrechos de supervivencia.
Algunos ejemplos tipos
Herbívoros en la sabana africana
En las sabanas africanas, varias especies de herbívoros de pastoreo ocupan básicamente el mismo hábitat y se alimentan del mismo número limitado de pastizales. Esto último ocurre sin competir ni desplazarse entre sí. Las especies migratorias principales como los ñúes, cebras y gacelas Thompson, han desarrollado cierto grado de interdependencia prefiriendo diferentes tejidos de los mismos pastos. Los cambios en la disponibilidad de estos tejidos específicos son determinantes del orden en que se realiza la migración.
Las cebras, por ejemplo, aprovechan inicialmente los densos pastizales alimentándose de las porciones superiores de estos y dejando disponibles los demás niveles para las especies restantes. Dichas especies parecen depender las unas de las otras para de alguna forma preparar o dejar disponible el nicho ecológico alimenticio de otras especies disponibles. Esto pudo resultar a partir de relaciones de competencia por el mismo recurso, derivando en una relación de cooperación mediante pequeñas variaciones de la preferencia alimenticia.
Los pinzones de Darwin
Muchos organismos pueden evolucionar por radiación adaptativa para llenar una gran diversidad de nichos. El ejemplo más claro de este fenómeno se corresponde con los pinzones de Darwin en las islas galápagos. En dichas islas, los pinzones evolucionaron de tal manera que los recursos alimenticios se reparten entre las especies de manera muy precisa y minuciosa.
Para aprovechar dichos recursos, los picos de estas aves cambiaron de tamaño y forma para adaptarse a determinados frutos y semillas. La abundancia y semillas de determinada planta generan variaciones poblacionales grandes, que favorecen a una determinada especie en un proceso cíclico en el que es posible ver cómo actúan las presiones selectivas.
Referencias
- Krebs, C. J. (1985). Ecología: estudio de la distribución y la abundancia (No. 574.5 K92e). México, MX: Edit. Harla.
- Miller, G. T., de León Rodríguez, I., & Velázquez, V. G. (1994). Ecología y medio ambiente: introducción a la ciencia ambiental, el desarrollo sustentable y la conciencia de conservación del planeta Tierra (No. 574.5 M55Y 1992). Grupo Editorial Iberoamérica.
- Vázquez, D. P. (2005). Reconsiderando el nicho hutchinsoniano. Ecología austral, 15(2), 149-158.
- Weiner, J. (2002). El pico del pinzón: Una historia de la evolución en nuestros días. Círculo de Lectores.
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