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Cubiertos de pelo, mayormente inofensivos y con una apariencia que nos recuerda a un juguete de peluche, los koalas (Phascolarctos cinereus) son pequeños marsupiales cuya distribución natural se encuentra restringida al sureste de Australia. Habitantes de los bosques de eucalipto, se caracterizan por una dieta estricta y especializada, cuya exclusiva fuente de alimento son las hojas de estos árboles. El comportamiento de los koalas suele suponerse apacible, debido a que dedican mucho de su tiempo a dormir y comer; sin embargo, se han registrado conflictos entre machos derivados de la territorialidad y por parejas sexuales.
Como ya mencionamos, los koalas son pequeños mamíferos marsupiales (Clase Mammalia, Infraclase Marsupialia), pertenecientes al Orden Diprotodontia. Son la única especie existente en la actualidad que representa a la Familia Phascolarctidae, aunque se ha documentado géneros fósiles como Diprotodon y Nototherium. Eso convierte a los wombats en los parientes vivos más cercanos (Orden Diprodontia, Familia Vombatidae) a los koalas.
Al ser marsupiales, se caracterizan por presentar una bolsa o marsupio ubicado en sus vientres, esto debido a que presentan un nacimiento prematuro y el desarrollo de sus crías continua en el marsupio. Los marsupiales se diferenciaron del resto de los mamíferos en el Cretácico inferior, lo que les permitió desarrollar características propias y especializadas que los distinguen como un linaje independiente a los mamíferos placentarios.
Los koalas son de talla pequeña, pueden medir entre 60 a 80 cm y llegar a pesar hasta 15 Kg, con una contextura robusta, apéndices cortos y cuerpos compactos. Presentan un pelaje tupido que les protegen de las condiciones ambientales, cuya coloración varia del gris al marrón según la localidad. Cuentan con cinco dedos tanto en las extremidades posteriores como anteriores, presentan dedos pulgares e índices oponible tanto en manos y pies, así como garras; siendo estas características adaptaciones para la vida arborícola, ya que le permiten aferrarse y sujetar las ramas de los árboles.
Otro rasgo llamativo, es que tanto el segundo y tercer dedo de las patas traseras se encuentran unidos. Presentan un cerebro pequeño al compararlo con la proporción de su cuerpo, siendo este poco desarrollado y con características primitivas; debido a ello, se considera que el comportamiento de los koalas es bastante simple y se les dificulta responder a estímulos a los que no están acostumbrados.
Estos animales se encuentran catalogados como una especie vulnerable debido a su dieta tan especializada, las pocas capacidades de adaptabilidad ante los cambios en su entorno, así como su extrema vulnerabilidad a fenómenos ambientales como sequías e incendios forestales. Igualmente, se encuentran amenazados por la destrucción y fragmentación de su hábitat, las construcciones de carreteras, zonas urbanas y a la caza furtiva. Recientemente, los incendios forestales en Australia a finales del 2019 y comienzos del 2020, devastaron hectáreas de bosques y se estima que fallecieron aproximadamente unos 8.000 koalas al norte de Nueva Gales del Sur, un devastador golpe a los esfuerzos por su conservación.
Teniendo en consideración esta breve información sobre estos mamíferos, es entendible que muchos investigadores y conservacionistas se enfoquen no solo en proteger a estos marsupiales, sino en comprender su biología, ecología y comportamiento de los koalas, siendo este último ítem el tema a tratar en el presente artículo.
Los koalas pueden vivir solos o en pequeños grupos mayormente formados por hembras y crías, y un solo macho; de hábitos arborícolas, los koalas pasan la mayor parte de su tiempo en los árboles de eucalipto donde se alimentan. Cuando se conforman grupos de koalas, estos están compuestos por individuos transitorios y residentes, siendo los primeros mayormente machos jóvenes que se desplazan en busca de territorios, mientras que el segundo grupo está conformado principalmente por hembras y machos que han alcanzado la madurez sexual.
Las crías suelen mantenerse junto a sus madres hasta que alcanzan entre uno a tres años de edad. Durante los primeros meses de vida la cría se alimenta de la leche materna hasta que a los seis meses la madre comienza a alimentar a sus crías, regurgitando las hojas machacadas y previamente digeridas, preparándolas para su futura dieta a base de eucalipto. Las hembras jóvenes suelen dejar a su madre cuando alcanzan un año de edad, mientras que los machos pueden llegar a permanecer con sus madres hasta que alcanzan una edad de tres años, cuando parten a buscar su propio territorio.
Suelen ser animales solitarios, que apenas dedican 15 minutos diarios a socializar con otros individuos, incluso si pertenecen al mismo grupo. Por lo cual, es muy común observar un solo koala por árbol, con la excepción de aquellas madres con sus crías. Cuando los grupos son pequeños, su área de acción no se encuentra solapada y el comportamiento de los koalas denota comodidad. Cuando son muchos koalas en un área pequeña, puede ocurrir conflictos debido a su territorialidad.
Territorialidad
El comportamiento de los koalas suele ser territorial, tanto con su área de desenvolvimiento y alimentación como a la respuesta de la presencia de intrusos que buscan hembras reproductivas. Normalmente, los machos de mayor tamaño corporal y madurez sexual, suelen residir en un territorio delimitado por ellos mismos, que protegen de otros machos que puedan llegar a transitar por las cercanías. Los machos jóvenes pueden llegar a presentar un comportamiento subordinado ante los machos dominantes, estableciendo una jerarquía social.
Debido a esto, los machos pueden comunicarse de manera no verbal, por medio de marcajes químicos para delimitar sus territorios; como también, pueden producir fuertes vocalizaciones para comunicar su presencia en a otros koalas, indicar su tamaño corporal, intimidación a otros machos e informar sobre su disponibilidad sexual.
Conflictos y agresividad
Aunque su apariencia inofensiva y su comportamiento tranquilo indique todo lo contrario, es normal que ocurra enfrentamientos entre los koalas, en especial los machos. Debido a que todos los ejemplares de este marsupial son capaces de defender su hogar, así como el área donde se desenvuelven. Los conflictos pueden ocurrir cuando un macho desconocido, ya sea un adulto o un juvenil, ingresa al territorio de un macho residente. En ese caso, los machos adultos pueden perseguir al intruso, intentar morderlo o incluso entablar batallas con ellos. No obstante, los koalas tratan de evitar cualquier tipo de interacción, incluyendo las confrontaciones con otros koalas.
Comunicación y percepción
A parte de ser arborícolas, los koalas presentan mayormente hábitos nocturnos; por lo tanto, la comunicación visual entre individuos probablemente se restrinja a asociaciones pocos frecuentes de poca distancia. Es entonces, cuando las vocalizaciones se convierten en un importante medio de comunicación, el cual puede ser crucial para determinar el comportamiento de los koalas, ya que las señales vocales les permiten coordinar las actividades relacionadas con el apareamiento. Durante la época de apareamiento, es común escuchar un bramido característico en los machos y que normalmente no se oye; lo cual, sugiere que estas llamadas juegan un papel activo en la competencia entre machos e incluso como un medio para atraer a las hembras. Por otro lado, las hembras, a pesar de que pueden gritar, han sido pocas veces documentadas.
Por otro lado, se considera que los bramidos de los koalas machos también sirven como un canal de comunicación que aporta información sobre el individuo. Ya sea su identidad, presencia, estado de madurez y disponibilidad sexual. También puede ser en respuestas a interacciones agonísticas entre machos.
No obstante, las vocalizaciones no son la única estrategia de comunicación que presentan los koalas. Los machos, presentan una glándula odorífera externa, conocida como la glándula esternal; la cual, se encuentra ubicada en el tejido subcutáneo del pecho, con un tamaño aproximado de 8,5 cm de largo y 4,8 de ancho, esta glándula adquiere su tamaño máximo aproximadamente a los 4 años de edad cuando los machos ya son considerados adultos. Los koalas frotan su pecho contra troncos y ramas, en especial, cuando se aferran a nuevos árboles, segregando una sustancia que sirve para delimitar su territorio.
Comportamiento de Koalas en cuanto a la alimentación
La mayoría de las personas saben que los koalas presentan una dieta estrictamente herbívora, alimentándose principalmente de las hojas de eucaliptos; aunque muy pocos saben que estas hojas son un alimento de baja calidad, normalmente indigerible y con sustancias químicas que suelen ser tóxicas para otros animales. Incluso, los koalas solo pueden alimentarse de algunas variedades de eucaliptos, unas 50 variedades de las 600 presente en Australia, ya que el resto resulta ser tóxicas para ellos. Sin embargo, han desarrollado un sistema digestivo que les permite procesar y extraer no solo los nutrientes sino el agua que se encuentran en estas plantas. Desde unos incisivos que les permiten machacar y triturar las hojas, hasta un ciego alargado en donde ocurre la fermentación del alimento.
El comportamiento de los koalas se basa en gran parte por su dieta. Debido a que el proceso digestivo es largo, se han adaptado para reducir al mínimo el gasto energético, esto se traduce en movimientos lentos y torpes, así como en horas de sueño. Pueden llegar a dormir hasta unas 22 horas diarias, este comportamiento de los koalas es una estrategia metabólica para poder reducir el gasto energético al mínimo, debido a que su dieta es hipocalórica; por esta misma razón, estos animales deben consumir entre 200 a 500 gramos de material vegetal. Otra característica de la alimentación y que influye en el comportamiento de los koalas, es que su sistema digestivo absorbe el agua de las hojas de eucaliptos y en consecuencia no se ve a estos animales bebiendo agua.
Cabe destacar, para concluir con el tema sobre comportamiento de los koalas, que estos prefieren pasar la mayoría de su tiempo en los árboles en reposo. Sus movimientos en tierra son torpes, por lo cual, solo se les observa bajando de los árboles si necesitan desplazarse a otros árboles o en conflictos territoriales por la disponibilidad de hembras.
Bibliografía
- BBC News Mundo, 2020. Incendios en Australia.
- Charlton, B. et al. 2011.
- Hickman, C. et al. 2010.
- Salamon, M. y Davies, N. 1998.
- Tobey, J.R. et al. 2009.
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