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El comportamiento de los cuervos es un aspecto que ha fascinado a los estudiosos de este grupo animal. Los cuervos son aves del género Corvus y la familia Corvidae, que se distribuyen ampliamente en todo el mundo, pues se trata, en su mayoría, de aves migratorias. Algunas especies de este género se encuentran entre los animales más inteligentes del planeta, ya que, además de emplear herramientas, son capaces de construirlas según sus requerimientos.
Los cuervos son aves migratorias de caza y en muchas localidades se consideran como plagas, ya que dañan cultivos agrícolas. Estos animales son en general sociables entre sí y son capaces de formar asociaciones con otras especies animales, especialmente para la obtención de alimentos.
Comportamiento de los cuervos en la alimentación
En las actividades de alimentación, el comportamiento de los cuervos comunes (Corvus corax) implica la búsqueda de alimentos en parejas o grupos pequeños de individuos adultos. Estas aves actúan en conjunto con el fin de acechar a las presas, o realizan asaltos a nidos de otras aves para alimentarse de los huevos o pichones. En los cuervos americanos se forman bandadas con individuos de distintas clases de edad y sexo, los cuales se juntan para forrajear en zonas con buen suministro de alimentos.
En general, los cuervos se consideran como aves oportunistas, capaces de aprovechar variados tipos de alimento. Es común que se alimenten a nivel del suelo, donde encuentra semillas, carroña, restos de alimentos humanos, insectos, etc. También es común observarlos alimentándose entre los desechos y depósitos de basura de comunidades humanas.
Además, el comportamiento de los cuervos incluye la asociación con otras especies, en especial de cánidos (lobos y coyotes). La relación entre estos animales tan distintos implica que el cuervo les avise a los depredadores, a través del canto, sobre la presencia y proximidad de una presa potencial que se encuentra vulnerable. Este comportamiento es muy común durante el invierno, cuando se observan manadas de lobos o coyotes en compañía de cuervos.
En muchos casos, las posibles presas huyen al escuchar el canto de los cuervos. Sin embargo, las presas heridas son rápidamente atacadas por los depredadores. El beneficio que reciben los cuervos es que pueden alimentarse de la presa capturada junto a los lobos. La relación entre los cánidos y los cuervos es de tipo mutualista y se da más que todo con manadas de lobos viajeros.
Comportamiento reproductivo
En cuanto a la reproducción y cría, el comportamiento de los cuervos exhibe cierta cooperatividad. En algunas especies las crías permanecen hasta 6 años junto a sus padres. Estas aves pueden formar grupos familiares de más de 15 individuos. Durante la cría es común incluso ver cooperación entre hermanos.
El comportamiento de los cuervos machos durante el cortejo consiste en actividades de planeo, vuelos en picada, piruetas aéreas y vueltas en el aire. Una vez formada la pareja, vuelan juntos y planean a gran altura, además de acicalarse con los picos cuando se encuentran posados. En la mayoría de los casos, ambos padres se involucran en la construcción del nido, pero solo las hembras realiza el proceso de incubación, que puede durar alrededor de 3 semanas, dependiendo de la especie. Las crías se desarrollan lentamente y pueden tardar hasta 6 años para reproducirse. Sin embargo, la media de la edad reproductiva es de 3 años en los cuervos americanos.
Los cuervos americanos, así como otras especies, tienden a definir territorios reproductivos que mantienen durante todo el año y solo abandonan para buscar comida. En otras especies defienden un determinado territorio de nidificación en la época de cría. Durante el proceso de cuidado parental, ambos padres suelen llevar comida a sus crías, las cuales abandonan el nido unas semanas después de emerger del huevo, pero permanecen junto a sus padres por un tiempo variable.
En el comportamiento de los cuervos es común observar la formación de dormideros de centenares y hasta miles de individuos, siendo más evidente durante los periodos no reproductivos. Los dormideros suelen ubicarse cerca de fuentes de alimentos, por lo cual es común ver cientos de cuervos cerca de establecimientos de comida humana o en vertederos de basura. En las temporadas de reproducción los grupos tienden a disgregarse para facilitar la selección de parejas.
Los cuervos llevan a cabo muchas actividades de juego entre sí y con otras especies. En algunos casos, estos animales juegan con los lobos con los que forman asociaciones, al picar sus colas, perseguir a los cachorros y volar a su alrededor. Los expertos en estudio del comportamiento indican que las actividades de juego suelen relacionarse con el nivel de inteligencia de los animales.
Comunicación
Los cuervos tienen un amplio repertorio de cantos que utilizan para comunicarse entre sí o con otras especies. Inclusive, los córvidos que son empleados como mascotas son capaces de aprender a imitar algunas palabras humanas. Determinadas especies de cuervos, como el americano y el de pico grande (C. macrorhynchos), producen sonidos especiales para identificar a cada individuo de su grupo. Además, son capaces de reconocer el llamado de sus congéneres.
Incluso, el dialecto de los cantos puede variar entre diversas poblaciones y según las regiones en las que se encuentran. En los cuervos americanos se ha registrado que los que habitan al oeste de la Cordillera de las Cascadas exhiben un canto más áspero y bajo, en comparación con el canto de los cuervos del resto del país.
Inteligencia
El nivel de inteligencia que muestra en comportamiento de los cuervos resulta impactante, en comparación con otras aves. Aunque estos animales presentan un cerebro del tamaño de una nuez, este resulta bastante desarrollado en comparación con su tamaño corporal. Además, cuentan con una elevada densidad de neuronas y una estructura encefálica compleja, especialmente en la porción anterior del encéfalo. Estas características repercuten de forma directa en el comportamiento de los cuervos y su nivel de inteligencia.
Estos animales no solo son capaces de aprender, sino que comunican dicha información a sus compañeros y presentan una memoria sorprendente. En los cuervos americanos (Corvus brachyrhynchos) se registran comportamientos muy curiosos, como el de agruparse alrededor de un individuo muerto para estudiar dicho escenario y extraer una especie de aprendizaje.
Por otro lado, los cuervos de Nueva Caledonia, Corvus moneduloides, son aves capaces de fabricar y emplear herramientas, recortando ramas y hojas para hacer ganchos o dispositivos con los que logran alcanzar insectos en las cortezas de los árboles. Esta es una cualidad que ha asombrado a los expertos del comportamiento animal, pues hasta hace relativamente poco se creía que era una capacidad exclusiva de los primates.
Los cuervos reconocen nuestros lenguajes
Dentro del estudio del comportamiento de los cuervos se ha determinado que estos animales son capaces de reconocer y recordar rostros humanos. Pero además de discriminar las voces humanas, estos animales son capaces de distinguir distintos idiomas. Esto ha podido determinarse en estudios recientes, en los cuales se ha registrado la respuesta y reacción de las aves ante la reproducción de conversaciones en idiomas a los que no se encuentran habituados.
En estos estudios se ha determinado que cuando los cuervos escuchan conversaciones en un idioma “conocido”, es decir, al que se encuentran habituados, no presentan ninguna reacción particular. Sin embargo, cuando escuchan otros idiomas, reaccionan de manera un poco exagerada o quedando embelesados y poniendo mucha atención ante el nuevo lenguaje. De esta manera se ha podido determinar la increíble capacidad de los cuervos de distinguir distintas clases rítmicas, aunque aún se desconoce cuál es la verdadera importancia evolutiva de dicha capacidad.
Te sugiero que también hagas una lectura sobre: El comportamiento de los lobos.
Bibliografía
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