Índice de este artículo
La gran diversidad que podemos encontrar dentro del clado de las aves nos permite apreciar distintas formas, tamaños y colores; entre ellas, los avestruces destacan no solo por su gran tamaño y su cuerpo macizo, sino también porque carecen de la habilidad de volar. Los avestruces pertenecen a un grupo parafilético donde se agrupan a todas las aves con ausencia de quilla en el esternón, una proyección ósea que permite la inserción de los músculos encargados del vuelo; este grupo se denomina ratites, en donde podemos encontrar a los emús, ñandúes, kiwis y casuarios, aves no voladoras. Como no pueden volar, la biología, ecología y el comportamiento de los avestruces difiere al de muchas aves.
Características y taxonomía de las avestruces
Los avestruces pertenecen al Orden Struthiniformes (Clase Aves), específicamente a la familia Struthionidae, que está compuesta por varios géneros y especies ya extinta; siendo Struthio el único género que ha sobrevivido hasta la actualidad. Podemos reconocer dos especies de avestruces actualmente, ambas pertenecientes al género Struthio: la primera es S. camelus, el avestruz común, mientras que la segunda es S. molybdophanes, o el avestruz de Somalia. Anteriormente, el avestruz de Somalia era considerada una subespecie de S. camelus, junto con S. camelus camelus (avestruz de cuello rojo de Sahel), S. camelus australes (avestruz de cuello azul) y S. camelus massaicus (avestruz masáis), pero se ha encontrado suficiente evidencia genética que demuestra que ambas son especies distintas.
Entre las características más fascinantes de los avestruces destaca su gran tamaño, ya que pueden alcanzar una altura aproximada de 2,5 a 3 m, y un peso de unos 150 Kg; tallas que le otorgan el título del ave no voladora más grande en la actualidad. Se caracterizan por tener un cuello alargado, cabeza pequeña y grandes ojos; patas fuertes, musculosas y alargadas, las cuales, le permiten alcanzar altas velocidades. Presentan dimorfismo sexual, el cual se puede apreciar en su coloración y en su tamaño, ya que los machos suelen lucir un plumaje de color negro, con plumas de las alas y cola de color blanco; mientras que las hembras lucen una coloración más opaca, de tonalidades grisáceas, y suelen ser de menor tamaño que los machos.
Todas estas características definen en parte el comportamiento de los avestruces; en el presente artículo, vamos a ahondar y explicar algunos de los patrones de conductas que exhiben estas aves tanto en la naturaleza como en cautiverio.
Aunque en la naturaleza podemos tropezar con ejemplares solitarios, el comportamiento de los avestruces es mayormente gregario; es decir, son animales que acostumbran a vivir en parejas o en grupos, llegando a formar unidades de hasta cincuenta individuos. Por lo general, estos grupos surgen durante la temporada de reproducción, siendo este un periodo de sociabilización de estas aves y donde los individuos solitarios tienden a unirse a estos grupos. En cautiverio, las granjas de avestruces suelen tener a distintos individuos en el mismo lugar; sin embargo, cuando el corral o el espacio en el que se encuentran es demasiado pequeño para el número de avestruces, estas aves comienzan a presentar conductas que revelan estrés y hacinamiento.
Dentro de los grupos de avestruces nos encontramos con un macho líder, quién es el encargado de indicar la dirección en la que se desplazará el grupo o las zonas de forrajeo, así como de proteger y salvaguardar al resto de los miembros. Estos machos suelen ser dominantes, anteponiéndose a los demás machos gracias a su edad, condición física y el número de parejas con las que se aparean. Los machos suelen competir por las hembras exhibiendo su plumaje al abrir las alas, silbando y correteando a otros machos, incluso pueden llegar a la agresión por medio de picotazos, comportamientos que definimos como agonistas.
Si el grupo es demasiado grande, pueden producirse subdivisiones y establecerse jerarquía en la dinámica de los avestruces basada en la fuerza de los ejemplares y en su estado de salud. Esta organización jerárquica no solo se ha documentado en machos sino también en hembras. Las hembras suelen anidar juntas; sin embargo, los huevos de las hembras dominantes se encuentran ubicados en el centro, mientras que los nidos de las hembras de menor jerarquía se encuentran ubicados en la periferia, dejándolos más expuestos a los depredadores.
Comportamiento de reposo en avestruces
Cuando hablamos del comportamiento de los avestruces tenemos que destacar tres conductas de reposo que se observan en estas aves (de pie, sentado y durmiendo), en donde los ejemplares dejan de hacer cualquier tipo de actividad. La posición corporal más frecuente entre los avestruces es el reposo en pie, que se caracteriza por un estado de tranquilidad y de inactividad, aunque permanecen alertas de su entorno y posibles amenazas; suelen abrir las alas para refrescarse o extenderlas ante el sol, siendo un comportamiento ligado a la termorregulación. Cuando adoptan un estado de reposo sentado, los avestruces descansan en el suelo, normalmente utilizan esos intervalos de tiempo para acicalarse o llevar a cabo baños de polvo. La mayoría de los avestruces se sientan durante las puestas de sol, siendo esta postura la que adoptan para dormitar, donde permanecen inactivos la mayor parte de la noche.
Comportamiento de los avestruces: Higiene
Muchos animales presentan patrones de comportamientos orientados a la higiene y el acicalamiento, este tipo de conductas buscan generar bienestar en el animal, así como prevenir enfermedades causadas por ectoparásitos o por contaminantes, también tienen un fuerte componente social. El comportamiento de los avestruces en relación a la higiene incluye el cuidado de las plumas y baños de arena, a continuación, vamos a explicar un poco sobre ellos:
Cuidado de las plumas
Durante el comportamiento de reposo, los avestruces dedican tiempo al acicalamiento y al cuidado de sus plumas. Aunque no vuelan, los avestruces suelen utilizar sus alas para mantener el equilibrio mientras corren, como parte de sus exhibiciones y para rituales nupciales en la época de reproducción; por ello, una parte fundamental de su higiene es el cuidado de las plumas.
Utilizan el pico para arreglar las plumas, con movimientos de barrido, extrayendo aquellas plumas viejas o rotas, y posicionar correctamente aquellas que se han desarreglado por el viento o el movimiento. También eliminan a los ectoparásitos que pueden encontrarse entre el plumaje. Normalmente, el arreglo de las plumas se lleva a cabo durante o después de un periodo de descanso o previo a el sueño.
Baños de polvo
Este comportamiento de los avestruces puede llevarse a cabo previo o posterior al descanso, en donde el avestruz se sienta sobre el suelo y por medio del pico se echa tierra sobre las plumas por algunos minutos, con el batir de las alas también esparce el polvo sobre su cuerpo. Luego se levanta y se sacude la tierra. Se cree que los baños de tierra pueden tener una función social, ya que muchos avestruces los practican junto a otros miembros.
Ritual de cortejo, apareamiento, nidificación y cuidado parental
La organización social de los avestruces nos permite identificar tanto un macho como una hembra dominante, durante la época de apareamiento ambos serán pareja y se aparearán. El resto de los machos tendrá que competir por hembras reproductoras, haciendo gala de exhibiciones visuales, silbidos de apareamiento y por medio del lenguaje corporal, en una danza ritual.
Durante esta danza el macho corteja a la hembra, adoptando una posición agachada y extendiendo sus alas, las cuales, balancea de un lado a otro y sacude las plumas, mientras acompaña sus movimientos con silbidos de apareamiento. Por su parte, las hembras que se encuentran disponibles, comenzaran a agitar sus alas hacia abajo con la cabeza gacha. Si el cortejo tiene éxito, la hembra se sentará y el macho la montará en esta posición, presionará con sus patas el dorso de ella mientras continúa con los movimientos de sus alas.
Tras el apareamiento, las hembras en conjunto construirán un único nido, donde la dominante tendrá el derecho de depositar sus huevos en el centro mientras que el resto lo hará a su alrededor. Durante los 40 días que tardan los huevos de los avestruces en eclosionar, las hembras en conjunto se encargan de incubarlos y protegerlos de los depredadores; este tipo de comportamiento fortalece los vínculos que pueda haber entre los especímenes adultos. Cuando eclosionan, los jóvenes estarán siendo protegidos no solo por las hembras sino también por los machos. Al igual que muchas aves, las primeras horas de vidas son de importancia para los polluelos de avestruz, ya que se da el comportamiento de impronta.
Bibliografía
- Gill, F. (2007). Ornithology. New York: W.H.- Freeman and Company.
- Hambali, K., et al. (2015). Behaviour of Captive Ostriches (Struthio camelus) at University Malaysia Kelantan. Journal of Tropical Resources and sustainable Science. 3; 13-17.
- Miller, Joshua M. et al. (2011). «Phylogeographic analysis of nuclear and mtDNA supports subspecies designations in the ostrich (Struthio camelus)». Conservation Genetics 12 (2): 423-431
- Mohammed Ahmed, F.A., et al. (2012). Some Behavioral traits of Red Neck Ostrich under Captive Conditions. World’s Veterinary Journal. 2 (2): 23-26.
- Ruiz Dorado, G.M. (2009). Manual de Manejo de Avestruces (Monografía). Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro, México.
Te sugiero esta entrada: Comportamiento del loro