Comportamiento de los peces cíclidos

Los peces conocido como cíclidos son aquellos pertenecientes a la familia Cichlidae, a su vez integrados en el Orden Cichliformes dentro de los peces óseos. Este conjunto de animales es muy diverso, especialmente en los ecosistemas dulceacuícolas tropicales, lo que hace difícil describir el comportamiento de los peces cíclidos. Este grupo incluye a muchas especies que son comunes en la acuariofilia, en especial, peces con coloridos hermosos, fácil mantenimiento en cautiverio y una longevidad que puede superar los 20 años.

La familia puede contener alrededor de 3000 individuos, por lo que el comportamiento de los peces cíclidos suele ser muy variado, debido a las características etológicas de cada especie. Algunos cíclidos se consideran entre las especies invasoras más dañinas, puesto a que tienden a ser muy competitivas con ejemplares locales o presentan un comportamiento muy territorial.

Los cíclidos pueden ocupar una gran variedad de ambientes de agua dulce, incluyendo ecosistemas acuáticos con aguas oscuras y claras e incluso ambientes de aguas salobres. Adicionalmente, existen especies de pequeño tamaño considerados cíclidos enanos, que miden alrededor de tres centímetros, hasta individuos que pueden alcanzar casi un metro de longitud total.

Comportamiento de los peces cíclidos en la alimentación

El comportamiento de los peces cíclidos en la selección de alimentos es muy variado, ya que los cíclidos incluyen especies herbívoras, omnívoras y especies que consumen invertebrados de agua dulce o incluso peces de menor tamaño. Muchos cíclidos, especialmente las especies invasoras del tipo comercial de consumo, son muy territoriales y tienden a proteger un territorio definido o no permiten acercarse demasiado a otros peces, lo cual impide a otras especies acceder a sus fuentes de alimentación.

El comportamiento de los peces cíclidos que han sido introducidos, causan disminuciones de poblaciones locales. Generalmente, los peces autóctonos no son capaces de ser competidores eficientes frente a los exóticos, por lo que terminan siendo desplazados hacia otras zonas o, incluso, extinguiéndose.

Comportamiento en la reproducción

El comportamiento de los peces cíclidos a nivel reproductivo también varía considerablemente debido al gran número de especies que existen y a sus adaptaciones a diversas condiciones ambientales y de microhábitat. Este grupo de peces resulta ser de los más interesantes también por el hecho de tener diferentes niveles de cuidado parental en sus puestas.

Los cíclidos pueden formar parejas reproductivas que se mantienen por largos períodos de tiempo, incluso permanecen juntas durante toda la temporada de reproducción. No obstante, existen especies que se observan en solitario la mayor parte del año y se congregan solo cuando inicia la época de cortejo y reproducción. Por otro lado, el comportamiento de los peces cíclidos de otras especies, puede ser gregario, por lo que es común observar grupos numerosos concentrados en aquellos lugares donde los recursos son abundantes y donde existen suficientes refugios para depositar sus huevos.

Cuidado parental

Los cíclidos tienen cuidado parental de sus puestas, lo que significa que defenderán a sus huevos tanto de otros peces de la misma especie como de depredadores de mayor tamaño. Como ocurre con otros peces territoriales con cuidado parental, las puestas suelen estar conformadas por un un número de huevos reducido, lo cual garantiza una mayor supervivencia de los alevines a los cuales también cuidan por un período de tiempo variable.

Los individuos muy territoriales muestran un patrón de coloración más llamativa. Esta característica suele estar muy relacionada con la talla de los ejemplares y con el comportamiento de los peces cíclidos que tienen una personalidad más agresiva. Entre machos, la agresividad suele ser más acentuada, siendo estos últimos menos agresivos con las hembras que se encuentran dentro de su territorio. Los machos dominantes dentro de un grupo de cíclidos tendrán mayores probabilidades de reproducirse que aquellos que son de menor tamaño y menos agresivos.

Los machos de varias especies son grandes competidores por las mejores áreas de exhibición para atraer a las hembras. Algunos ejemplares establecen sus moradas reproductivas en conchas de caracoles abandonadas. Los machos suelen luchar agresivamente por el acceso a las conchas, estos individuos luchan durante horas hasta el agotamiento. Otros construyen grandes montículos de arena en los cuales pueden resaltar, debido a su coloración brillante y colorida.

Las nidadas de muchos ejemplares suelen tener un cuidado biparental, lo que indica que machos y hembras se involucran en el cuidado de huevos y alevines. En este papel, las hembras pueden enfocarse en el cuidado y construcción del nido, mientras que el macho se encarga de alejar a los depredadores y ahuyentar a aquellos peces que invadan el territorio donde está presente el nido.

Muchas especies de cíclidos africanos llevan el cuidado parental al máximo, ya que las hembras son capaces de mantener los huevos en su boca hasta que se desarrollan por completo dentro del huevo y eclosionan. Las hembras que realizan este tipo de cuidado se mantienen cerca de sus crías hasta que alcanzan el tamaño suficiente para sobrevivir por su cuenta.

En determinados individuos como el cíclido africano, Astatotilapia burtoni, los machos establecen jerarquías de apareamiento muy interesantes dentro del comportamiento de los peces cíclidos. En estas jerarquías sociales, existen machos coloridos dominantes (con grandes oportunidades para desovar con varias hembras), mientras que otro grupo de machos subordinados, mantienen una coloración apagada y presentan una oportunidad de reproducción mínima. Estas categorías reproductivas son muy dinámicas a lo largo del tiempo, lo que implica que los machos subordinados pueden volverse dominantes en algún momento de su vida para reproducirse, mientras que aquellos que fueron dominantes se convierten en machos subordinados. Estos fenotipos sociales pueden alternarse varias veces durante la vida del pez.

Comportamiento social

El comportamiento de los peces cíclidos, en general, es muy territorial, especialmente en espacios de acuario. Los machos suelen tolerarse muy poco durante la época de reproducción, por lo que no suele ser recomendable mantener varios especímenes machos juntos en acuarios de pequeñas dimensiones. En ejemplares como Metriaclima estherae, las interacciones agresivas suelen ser comunes en machos más grandes que presentan tallas similares entre sí.

Cuando se mantienen ejemplares de cíclidos en cautiverio suelen definir rápidamente sus territorios, y la introducción de nuevos individuos en el acuarios, bien sea de la misma especie o de especies diferentes, desencadena una competencia interespecífica o intraespecífica, que puede llegar a provocar lesiones graves entre los individuos. En la naturaleza, las relaciones de competencia no han sido muy abordadas, sin embargo, en cautiverio se han observado a machos atacando a especies de peces de mayor tamaño y menos agresivas, para proteger su territorio y sus nidadas.

Muchos son los factores que influyen en el comportamiento de los cíclidos en un contexto social, entre ellos se incluye el conocimiento previo de un territorio determinado, el sexo, la edad y la etapa reproductiva, la coloración y estado de salud, el tamaño, el conocimiento de los adversarios, la habilidad y atrevimiento de iniciar comportamiento agonistas. Debido a estas características, cuando se mantienen varias especies de cíclidos en un acuario, es necesario mantenerlos vigilados, ya que en ocasiones la compatibilidad en cautiverio puede causar algunos problemas.

Interacciones con otras especies

En cautiverio, si se tienen varias especies de cíclidos, por regla general es común que se presenten disputas por territorio dentro del acuario. Para dar solución a las interacciones negativas dentro de un acuario, resulta valioso ofertar refugios para los individuos más débiles, de esta manera se evitan, en gran medida, confrontaciones innecesarias. Esto es muy importante, especialmente a la hora de suministrar alimento, pues como hemos mencionado, algunos individuos pueden acaparar todos los recursos al ser muy competitivos.

En determinados casos, la introducción de cíclidos fuera de su área de distribución puede causar interacciones negativas fuertes con las especies locales menos competitivas. Esta situación ha sido documentada en varias oportunidades, por ejemplo, la interacción entre el pez cíclido convicto (Amatitlania nigrofasciata) con la mojarra criolla (Cichlasoma istlanum), y ha causado disminuciones en las poblaciones de la mojarra criolla debido a la competencia por los recursos alimenticios e incluso por los refugios.

El comportamiento de los peces cíclidos como Herichthys cyanoguttatus, introducida en algunos cuerpos de agua de Norteamérica, también pueden afectar el desenvolvimiento reproductivo de especies locales como Lepomis macrochirus, con las cuales compite por lugares de reproducción. Además, esta especie invasora puede tener comportamientos agresivos con otras especies locales, inhibiendo el crecimiento y la reproducción de sus poblaciones.

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Referencias

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