Primates de Sudamérica, modos de vida y comportamientos

© Paradais Sphynx

Introducción

Es comprensible el interés que despierta el Orden Primates (Clase Mammalia) en los seres humanos; después de todo, nuestra especie el Homo sapiens, pertenece a este grupo tan diverso de animales. Con sus 502 especies documentadas hasta el momento, comprende una variedad de formas y tamaños, desde los pequeños titis hasta los grandes gorilas de montaña. Actualmente, los primates se dividen en dos grandes grupos: lo estrepsirrinos (Suborden Strepsirrhini) y los haplorrinos (Suborden Haplorrhini). A su vez, los haplorrinos se dividen en los Infraorden: Tarsiiformes y Simmiformes. Es, entre los simiformes, donde nos encontramos a los primates del Viejo Mundo (Parvorden Catarrhini) y los primates del Nuevo Mundo (Parvorden Platyrrhini), estos últimos son conocidos como los primates de Sudamérica.

Los primates de Sudamérica o neotropicales constituyen un grupo de mamíferos ampliamente diversificado, cuya distribución se extiende desde el sur de México hasta el norte de Argentina. A diferencia de los primates del Viejo Mundo, la gran mayoría de los platirrinos se encuentran adaptados a un estilo de vida arborícola, su diversidad de formas y tamaños comprenden especies tan pequeñas como Cebuella pygmaea (tití pigmeo) con un peso de 120 g hasta los monos arañas (Ateles spp) que pueden llegar a pesar entre 8 a 9 Kg. Se caracterizan por la presencia de colas alargadas (respecto a la longitud de sus cuerpos) y prensiles; con una única excepción representada por el género Cacajao, conocidos como guacarís, cuyas colas no miden más de unos 20 cm. Presentan una gran gama de estrategias de forrajeo con dietas basadas principalmente en frutas, hojas, insectos, semillas y vertebrados pequeños.

Entre los platirrinos podemos identificar cinco familias: Callitrichidae (titíes y tamarinos), Cebidae (monos capuchinos y monos ardillas), Aotidae (micos nocturnos o martejas), Pitheciidae (sakis, uakarís, cacajos, titíes y coxiús) y Atelidae (monos aulladores, monos arañas, muriquís y monos lanudos). Anteriormente se consideraban solo dos familias (Atelidae y Cebidae), pero a medida que avanzaba el tiempo y se realizaban más estudios filogenéticos se llegó a reconocer tres familias: Atelidae, Pitheciidae y Cebidae. Sin embargo, no es hasta el 2001 que se reconocen cuatro familias Cebidae, Aotidae, Pitheciidae y Aotidae, considerándose Callistrichinae como una subfamilia de Cebidae. En 2009, Rylands y Mittermeier clasifican a los platirrinos en las cinco familias anteriormente nombradas, aunque actualmente aún se debate sobre estas clasificaciones. Existen aproximadamente 20 géneros de platirrinos distribuidos en estas cinco familias y suman más de 170 especies, que corresponde a un 30% de las especies de primates en el planeta.

Los simios del neotrópico se encuentran amenazados principalmente por la destrucción de sus hábitats naturales, siendo los bosques tropicales altamente vulnerables a la deforestación. La pérdida y fragmentación del hábitat traen como consecuencia la modificación de la estructura de los bosques y por lo tanto, la escasez de recursos alimenticios. Se considera que la mayoría de los primates de Sudamérica se encuentran en peligro o peligro crítico, y países como México, Colombia y Ecuador se encuentran impulsando proyectos para su conservación. En Venezuela, podemos destacar el caso de la Reserva Forestal Caparo, uno de los últimos relictos de Bosques Secos de los llanos occidentales, en donde las poblaciones de monos arañas (Ateles hybridus) se encuentran amenazada por los continuos intentos de invasión y la progresiva destrucción de su hábitat.

En el presente artículo, vamos a describir brevemente las familias que conforman este parvorden, así como algunos datos de la historia evolutiva, biología y comportamiento de los primates de Sudamérica.

Fósiles de los primates de Sudamérica

Al comienzo de este artículo, comentamos sobre la diversidad de formas que se encuentran entre los platirrinos, que no solo se aprecia en sus características fenotípicas sino en las distintas formas de locomoción, dietas e incluso su comportamiento. Esto no es más que la consecuencia de una larga y compleja evolución.

El origen de los platirrinos probablemente ocurrió tras la división del infraorden Simiiformes en los parvordenes Platyrrhini y Catarrhini. Estos primeros platirrinos, probablemente llegaron de África hace unos 43 millones de años y no pesaban más de 400 g según las estimaciones, lo que les permitió desplazarse por medio de balsas o detritos vegetales. Aunque algunos investigadores insisten en que la dispersión se dio por medio de puentes terrestres.

Aunque, en comparación con otros mamíferos, el registro fósil no es tan abundante, se cuenta con numerosas formas extintas desde el Eoceno tardío hasta la actualidad, y se distribuye desde las Antillas Mayores del Caribe hasta la Patagonia. Los fósiles más antiguos se tratan de unos molares encontrados en la localidad de Santa Rosa, del Amazonas peruano, con una antigüedad de 40 millones. Uno de los molares superiores fue atribuidos al género Perupithecus, taxón hermano del género Talahpithecus encontrado en Libia, según los análisis filogenéticos. Los otros tres molares (dos molares superiores y uno inferior) presentan características primitivas distintas a Perutpithecus.

En Bolivia se hallaron fósiles con 26 millones de años de edad, representado por la especie extinta Branisella boliviana. Mientras que en la Patagonia se han registrado fósiles entre 20 a 7 millones de años; los géneros Tremacebus, Dolichocebus y Mazzonicebus destacan como los más antiguos de la región. En caso contrario, el registro más moderno de platirrinos en la Patagonia viene representado por la especie Protepithecia neuquenensis. Colombia ha registrado al menos unos 11 géneros que podrían ser los antecesores de los alouatos, cebinos y pitécinos.

En tiempo geológico, los registros fósiles del Eoceno (Amazonas peruano), Oligoceno (Bolivia), Mioceno temprano-tardío (Argentina), Mioceno inferior y medio (Chile) y distintas formas del Mioceno inferior y medio en localidades de Panamá, Colombia, Brasil, Perú y las Antillas Mayores.

Primates de sudamérica: Familia Callitrichidae

Entre los primates de Sudamérica tenemos a la familia Callitrichidae, que cuenta con al menos 48 especies, distribuidas en 6 géneros: Cabuella, Callithrix, Saguinus, Leontopithecus, Mico y Callimico. Comúnmente, los Calitricidos son conocidos como titíes y tamarinos, y se distinguen por presentar incisivos inferiores alargados, adaptación que les permite comer los exudados de las plantas, son primates pequeños, con un peso de 120 g (Cebulla pygmaea) a 750 g. Cuentan con uñas en formas de garras, y con excepción de Callimico goeldii, los calitrícidos han perdido el tercer molar; también, perdieron la oponibilidad de los pulgares de las mano, aunque mantienen esta habilidad en los pulgares de los pies.

Se alimenta de frutas, insectos y exudados de árboles, aunque también pueden comer capullos, flores, hongos, caracoles y pequeños vertebrados. Cada género y especie presentan adaptaciones anatómicas y conductuales que les permiten explotar correctamente los recursos alimenticio, y suelen presentar nichos tróficos distintos.

Comportamiento de los calitrícidos (Familia Callitrichidae)

Los titíes y tamarinos son primates sumamente sociales; observaciones en campo han revelado que los géneros Mico y Callithrix suelen vivir en grupos de mayor tamaño que Cebuella, Saguinus, Leonotopithecus y Callimico, ya que pueden formar agregaciones entre 3 a 15 individuos. Las agregaciones sociales son de composición variable, las cuales, puede incluir a adultos de ambos sexos, en donde se evidencia una jerarquía de dominancia-sumisión entre hembras.

Los grupos se distinguen por la presencia de una sola hembra reproductora, que puede cohabitar con uno o muchos machos reproductores. En cautiverio, se ha documentado cómo las hembras subordinadas del grupo suprimen su ciclo estral; esta respuesta fisiológica se considera que tiene un origen conductual y demarca la jerarquía entre las hembras del grupo. Los grupos también incluyen crías, juveniles y adultos jóvenes. Una característica llamativa de los calitrícidos es el alto porcentaje de partos de gemelos.

Para las crías y ejemplares jóvenes es importante el compartir con los adultos, de esta forma ganan experiencia social y aprenden conductas necesarias para su supervivencia.

Suelen ser territoriales y presentar respuestas agresivas ante otros calitrícidos no emparentados, son muy raras las muestras de rivalidad entre miembros de un mismo grupo familiar. Delimitan su territorio por medio de secreciones de glándulas odoríferas, el olor no solo actúa como marca, sino también como medio de comunicación al transmitir información como la identidad, edad, sexo y disponibilidad sexual. Otra forma de comunicarse es por medio de vocalizaciones, presentan un amplio rango de alcance. La comunicación visual o por medio de expresiones se encuentra más bien limitada. También presentan comportamientos afiliativos comunes en primates, como la búsqueda activa de alimento, el acicalamiento, el descanso proximal y cuidado parental.

Para concluir sobre este grupo de primates de Sudamérica, es preciso destacar que un rasgo llamativo, es que algunas especies de calitrícidos suelen formar asociaciones con otras especies para viajar, alimentarse e incluso defender su territorio, conformando grupos mixtos.

Primates de sudamérica: Familia Pitheciidae

Conocidos también como sakis, uakarís, cacajaos, coxis y titíes, son un grupo de primates de Sudamérica que comprenden formas variables con respecto a su forma, peso y tamaño. Suelen medir entre 20 a 50 cm de largo, tienen un abundante pelaje y su cola no es prensil. Se distinguen por presentar los caninos más pequeños entre todos los primates del Nuevo Mundo y en los géneros Pithecia, Cacajao y Choropotes presentan un diastema entre los incisivos y los caninos. Se conocen unas 59 especies de esta familia. Cuentan con adaptaciones especializadas para poder alimentarse de frutas grandes y duras, así como semillas. Son diurnos y arborícolas.

Comportamiento de los pitécidos (Familia Pitheciidae)

Los grupos en pitécidos son pequeños debido a que son monógamos; por lo cual, conforman grupos entre 2 a 6 individuos. Sin embargo, esto puede variar dependiendo de las condiciones ambientales, el género o la especie. Investigadores han documentado grupos de Callicebus mayores a 10 individuos. Aunque géneros como Chiropores y Cacajao pueden alcanzar agregaciones de hasta 100 individuos. Normalmente, los grupos están conformados por una pareja reproductora y por sus crías, puede haber hembras o machos migrantes.

Como consecuencia de una reproducción monógama, estos primates de Sudamérica son territoriales, así que hacen uso de las vocalizaciones (Callicebus) o disuasión visual (Pithecia) para demarcar su territorio. Los encuentros entre pitécidos raramente terminan en agresiones físicas, ya que las jerarquías se establecen por las vocalizaciones. A parte de las vocalizaciones, los pitécidos pueden comunicarse mediante estímulos visuales, táctiles y químicos.

El acicalamiento comprende un de los rasgos del comportamiento relevante para los pitécidos, ya que les permite reforzar los lazos sociales.

Primates de Sudamérica: Familia Cebidae

Esta familia de primates de Sudamérica está conformada por tres géneros: Cebus, Saimiri y Sapajus, y aproximadamente 30 especies; las cuales, son conocidos como monos capuchinos o monos ardillas. Entre los monos del nuevo mundo, se consideran que los capuchinos son los más inteligentes debido a que son capaces de aprender y saben usar herramientas como ramas o piedras para resolver problemas.

Se tratan de monos de pequeño a mediano, entre 30 a 56 centímetros de largo; con colas prensiles que tienden a tener la misma longitud que sus cuerpos y que les permite sujetarse de las ramas de los árboles. Extremidades alargadas con pulgares oponibles que les permite sujetar objetos. Sus pelajes varían entre el negro, el marrón y el beige claro.

Se alimentan de frutas, semillas, brotes, insectos, arácnidos, huevos y pequeños vertebrados, esto quiere decir que tienen una dieta omnívora y se caracterizan por ser forrajeadores extractivos. Con un estilo de vida diurno y arborícola, se encuentran en una variedad de hábitats y ocupan casi todos los bosques que se encuentran en el Neotrópico.

Comportamiento de los Cebidos (Familia Cebidae)

Los monos capuchinos y monos arañas suelen formar grupos con sistemas sociales que varían entre género, especies e incluso poblaciones de la misma especie. Tanto en hembras como en machos se puede apreciar jerarquías de dominancia lineal con expresiones de conductas agonísticas. En el caso del mono capuchino común (Cebus olivaceus) puede formar grupos de 8 a 36 individuos, con una estructura jerárquica basada en la edad tanto en hembras como en macho. Sapajus apella se caracteriza por tener un macho alfa que monopoliza el apareamiento y los recursos alimenticios.

Las hembras tienden a quedarse en los mismos territorios mientras que los machos migran en busca de nuevos territorios. Debido a esto, las hembras desarrollan lazos afiliativos más fuerte que los machos, en especial entre hembras emparentadas. Esta particularidad de estos primates de Sudamérica se asemeja a la conducta de muchos primates del Viejo Mundo.

Sus habilidades cognitivas se asemejan a las del chimpancé; cuentan con habilidades manipulativas, son capaces de usar herramientas y resolver problemas complejos. Sus cerebros se encuentran muy desarrollado considerando la relación de su tamaño con el del tamaño corporal. El aprendizaje de estos primates de Sudamérica se desarrolla en un ambiente social, con grupos números y una variada gama de interacciones sociales.

Primates de Sudamérica: Familia Aotidae

También conocidos como monos o micos nocturnos, la familia Aotidae, aotidos, se encuentra compuesta por un solo género (Aotus) y once especies. En 2001, Groves propuso que los ejemplares del género Aotus se agruparan en su propia familia, ya que anteriormente formaban parte de la Familia Cebidae. Los ejemplares pertenecientes a esta familia son de hábitos nocturnos, de pequeño a mediano tamaño y con una longitud corporal entre los 20 y los 37 cm. Su cola puede ser tan alargada como su cuerpo que no es prensil.

Estos primates de Sudamérica tienen un pelaje denso, suave y lanudo, cuya coloración puede variar según la especie. Presentan una cabeza redondeada con grandes ojos adaptados a la oscuridad. Presentan una alta tolerancia a las bajas temperaturas, por lo cual, su rango de distribución geográfico puede alcanzar hasta los 3000 msnm.

Se describe a estos primates de Sudamérica como animales sociales, pueden vivir en grupos formados de tres a seis individuos, en un territorio de 6 a 20 hectáreas. De hábitos sedentarios, suelen ser lentos y silenciosos; siendo su desplazamiento en cuatro extremidades. Se alimentan principalmente de frutos, flores e insectos. En cuanto a su reproducción, son monógamos. La hembra da a luz a una sola cría y el padre juega un papel relevante en el cuidado parental, ya que es quién la carga y transporta en el bosque.

Primates de Sudamérica: Familia Atelidae

La última familia de los primates de Sudamérica de la que hablaremos son los atélidos. Esta familia está conformada por cuatro géneros Alouatta, Ateles, Brachyteles y Lagothrix, con un total de 23 especies. En ella nos encontramos a los monos arañas, aulladores, lanudos y muriquís, especies de primates realmente llamativas y fascinantes.

Los miembros de esta familia se distinguen del resto de los platirrinos por la presencia de miembros, dedos y colas prensiles, adaptaciones para su estilo de vida arbóreo ya que utilizan sus colas para tomar ramas de los árboles mientras se movilizan en los bosques neotropicales. Se trata de medianos a grandes primates, cuyas dimensiones varían entre 38 a 70 cm, en monos lanudos y monos arañas; mientras que los monos aulladores pueden alcanzar un tamaño corporal de hasta un metro de altura.

Con respecto a su reproducción, estos primates de Sudamérica suelen ser polígamos y las hembras dan a luz a una sola cría después de un tiempo de gestación de hasta 220 días.

Comportamiento de los Atélidos (Familia Atelidae)

Los atélidos presentan distintos rasgos conductuales según las especies, así como los contextos en que se encuentren.

El mono araña de vientre amarillo (Ateles belzebuth) se trata de un primate diurno, arborícola y extremadamente social; el cual puede formar grupos entre 15 a 35 individuos. A su vez, estos grupos pueden dividirse en unidades más pequeñas conformadas de 1 a 13 ejemplares. La especie Ateles fuscipceps o el mono araña de cabeza marrón, también forman grupos numerosos con hasta 30 individuos, conformados tanto por hembras como por machos. Los ejemplares del género Lagothrix viven en agregaciones sociales de hasta 43 individuos, compuestos por 2 a 4 machos adultos y varias hembras reproductoras. Los especímenes del género Lagothrix no son territoriales, lo que les permite cohabitar con otros grupos de primates en la misma tienda.

Los subgrupos de monos arañas se encargan de buscar alimento, patrullar el territorio y defender su territorio. Se tratan de monos activos, capaces de desplazarse distancias largas. Son animales territoriales, pero son escasas las conductas agresivas que pueden llegar a tener. Al igual que otros platorrinos, utilizan las vocalizaciones y las señales virtuales para amedrentar. Muestran conductas cooperativas a la hora de defender su territorio, así como en la búsqueda de alimento, y afiliativas en los momentos de descanso e higiene.

Bibliografía

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