Comportamiento agonístico, qué es, tipos y ejemplos

Frank Cornelissen/sp.depositphotos.com

El comportamiento de los animales ha despertado el interés de los seres humanos desde hace miles de años en el pasado, debido a la constante interacción que nuestra especie ha tenido con el resto de los animales. Desde los tiempos en que las poblaciones humanas basaban sus dietas en la recolección, caza y pesca, pasando por los procesos de domesticación y cría, hasta la actualidad donde los animales son un componente importante en distintos sectores del desarrollo humano. No es de extrañar, que nos hayamos esforzado tanto para entender los distintos aspectos del comportamiento animal, extendiendo esta necesidad a las plantas y otros organismos. El comportamiento agonístico, la conducta innata, la impronta, la conducta estereotipada, el aprendizaje y otros tipos de comportamientos sociales han sido foco de estudio por parte de la etología, la sociobiología y la ecología del comportamiento.

Entendemos como etología la rama de la ciencia que se encarga de estudiar el comportamiento, con un enfoque especial en el comportamiento animal, y que se aprecia en la respuesta a determinados estímulos (tanto del medio ambiente como fisiológicos), y que por lo general presentan uno o varios patrones conductuales. Para poder comprender el comportamiento de los animales o de cualquier ser vivo, es necesario entender por qué se genera (causas últimas) o cuales son los mecanismos que permiten que se dé el comportamiento (causas próximas o inmediatas), siendo la etología la herramienta que permite estudiar esto.

Comprender el comportamiento de los animales nos permite predecir sus reacciones ante ciertas situaciones, brindándonos las herramientas necesarias para su manejo en cautiverio o información para su conservación en sus hábitats naturales. Siendo esta la razón que cada patrón de comportamiento se estudia, tratando de clarificar sus definiciones, sus tipos y su origen evolutivo. A continuación, vamos a ahondar un poco más sobre el comportamiento agonístico.

¿Qué es el comportamiento agonístico?

Cuando hablamos de comportamiento agonístico en animales nos referimos a todas aquellas acciones que lleva a cabo un animal en respuesta estímulos de amenaza, huida o lucha, y que pueden ser sumisas o agresivas, siendo actos adaptativos. Estos comportamientos pueden responder a patrones de dominancia, jerarquía o territorialidad, y se entiende como un tipo de comportamiento social. El comportamiento agonístico se relaciona con la competencia intraespecífica y surge ante situaciones de conflicto como la protección de territorios, rituales reproductivos o amenazas hacia la progenie.

A pesar de la naturaleza conflictiva de este comportamiento, es raro que las agresiones lleguen a ser constantes e incluso letales, aunque esto no signifique que no ocurra. Esto se debe a que este tipo de interacciones permiten establecer jerarquías dentro de la población y si se mantuvieran de forma constante causaría inestabilidad en la comunidad.

El comportamiento agonístico se relaciona con el establecimiento de estructuras sociales por medio de la dominación/sumisión, lo cual, permite conformar jerarquías dentro de una población o grupo. Estas a su vez permiten la organización por rangos, y definen el orden en que los miembros de un grupo pueden acceder al alimento, el refugio, las parejas reproductivas y a otros recursos. La territorialidad también es una razón para que se produzca el comportamiento agonista, reconociendo esta como una competencia intraespecífica por el espacio. Reconociendo esto, se consideran dos situaciones para que ocurra el conflicto:

1) Una de las partes está interesada en un objetivo (refugio, alimento, pareja, territorio o cualquier recurso) y sus intentos por obtenerlos son frustrados por la segunda parte.

2) Que ocurran dos situaciones antagónicas, que enfrenten a dos miembros de una misma especie.

Cabe destacar, que existen muchas hipótesis que intentan explicar el origen evolutivo del comportamiento agonístico, ya que, a diferencia del conflicto entre especies, este tiene un valor adaptativo y en su gran mayoría no representa letalidad para el perdedor del conflicto. Esto nos hace inferir que estas conductas aparecieron como medidas de organización y control en las sociedades animales, no obstante, esta idea no está confirmada.

Tipos de comportamiento agonístico

Exhibiciones y amenazas

Son comportamientos agonísticos en donde los animales asumen posturas amenazantes que permiten apreciar sus atributos físicos (tamaño, peso, colmillos, coloración), y que tienen como objetivo la intimidación y la amenaza de sus congéneres más débiles.

Tanto las exhibiciones como las amenazas pueden reflejarse en forma de vocalizaciones, posturas corporales, gestos faciales y movimientos. Este tipo de comportamientos causan una respuesta de sumisión o evitación entre los otros individuos.

Agresión

Son todas las acciones o patrones de comportamiento asociados al ataque físico y a generar lesiones, el mismo puede o no incluir amenazas. En este tipo de comportamiento agonístico se incluyen los combates físicos y las reacciones violentas.

Sumisión y huida

Este tipo de comportamiento responde a una amenaza o a una interacción agresiva, que causa el repliegue y la intimidación del animal; y cuyo objetivo es el reducir o contener el ataque. Se manifiesta como vocalizaciones, olores y posturas corporales, generalmente aprendidas o relacionadas con la huida.

Ejemplos de comportamiento agonístico en animales

En este segmento vamos a ejemplificar algunos tipos de comportamiento agonístico en animales:

Los peces Bettas machos (Betta imbellis) son conocidos por sus demostraciones de comportamiento agonístico y su territorialidad. Estos peces exhiben sus aletas coloridas en toda su extensión ante machos intrusos, seguidamente comienzan una especie de danza ritual, que actúan como una amenaza, si el conflicto continuo el pez procederá a atacar.

Una de las conductas amenazantes más famosas es la que se aprecia entre los grandes simios como los gorilas (Gorilla gorilla), quienes golpean su pecho como medida de persuasión.

Durante la temporada de celo, previa a la reproducción, las cabras montesas (Capra pyrenaica) combaten chocando sus cornamentas. Igualmente, las jirafas (Giraffa camelopardalis) se enfrentan con cabezazos y chocando sus cuellos.

Por la naturaleza del comportamiento agonístico, se nos hace fácil imaginar que está relacionado normalmente con los machos; sin embargo, las hembras también presentan conductas agonísticas. Para ejemplificar, enfoquémonos en las arañas de la especie Lycosa trentula fasciiventris, las hembras de estas arañas exhiben una conducta territorial, derivada de una competencia intraespecífica por ocupar los nidos o refugios. Normalmente, las arañas residentes saltan ante la intrusa levantando el primer par de patas y mostrando los quelíceros, embistiéndola. Por lo general, la araña intrusa huye, aunque algunos ejemplares pueden llegar a responder a la agresión.

Bibliografía

  • Fernández-Montraveta, C. & Ortega, J. 1990.
  • Koenig, A. et al. 2004.
  • Kudravtseva, N. N. 2000´.
  • McGlone, J. 1986