Comportamiento adquirido de los animales

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El comportamiento animal ha sido de gran interés para el ser humano desde aquellos tiempos primitivos en donde entender cómo reaccionaba un animal podía repercutir en su supervivencia (ya sea como presas o como predadores), pasando por el proceso de domesticación y cría, en donde fue necesario no solo conocer sobre la biología, fisiología y ecología de los animales, sino también los distintos patrones conductuales que estos pudieran presentar; hasta la actualidad, donde el estudio del comportamiento se ha desarrollado en una rama de la biología: la etología. Gracias a los descubrimientos de los etólogos, hoy en día se reconocen distintos tipos de conductas y respuestas por parte de los animales; de las cuales, podemos identificar comportamientos innatos, antagónicos, rituales y sistemas de apareamiento, conductas altruistas, y el que en esta oportunidad vamos a destacar: el comportamiento adquirido de los animales.

Entendemos como comportamiento de un animal, todas las acciones que este realiza, siendo estas respuestas a estímulos ambientales o fisiológicos, que producen un cambio de actividad en el organismo y que por ende incluye todas las interacciones que este pueda tener con su entorno o con otros organismos.

El comportamiento adquirido de los animales se distingue de otros patrones conductuales porque implica un cambio en la conducta normal del animal que se está estudiando, sin que existan razones fisiológicas, sensoriales, ontogénicas, ambientales e incluso emocionales, que expliquen este cambio. Esto se debe a que algunos animales pueden alterar su conducta por un proceso de maduración, el cual, no solo afecta la mecánica muscular, sensorial, neural y hormonal de un animal, sino que también afecta su conducta. Igualmente, situaciones de estrés ambiental, estado emocional (si se encuentra hambriento, amenazado o asustado), o si se encuentran heridos, son condiciones que pueden alterar el comportamiento de los animales. El comportamiento adquirido tiene su origen en el aprendizaje, no en otros factores.

¿Qué es el comportamiento adquirido de los animales?

Entonces, el comportamiento adquirido son aquellas alteraciones en los patrones de conductas debido a que el animal ha sido capaz de aprenderlos, ya sea por ensayo y error, imitando o por experiencia.

En el presente artículo, vamos a ahondar un poco más sobre el comportamiento adquirido de los animales; primero se definirán algunos conceptos necesarios, se clasificará por tipos y finalmente compartiremos algunos ejemplos sobre estos patrones de comportamiento.

Comportamiento adquirido de los animales: aprendizaje y experiencia

Cuando hablamos del comportamiento adquirido, es necesario comprender que estos nuevos patrones conductuales derivan necesariamente del aprendizaje o las situaciones previas que un animal pudo haber experimentado. Es por ello, que en este segmento vamos a definir qué es el aprendizaje y la experiencia desde un enfoque etológico.

El aprendizaje, se puede definir como cualquier modificación o variación del comportamiento de un animal en una determinada situación, debido a la experiencia previa en una situación igual o que comparten características parecidas, y que pueden llegar a mantenerse estables en el tiempo. Muchos autores afirman que el aprendizaje se basa en tipos específicos de experiencias, y que el mismo viene condicionado con las oportunidades de practicar o repetir el comportamiento adquirido. Sin embargo, otros autores, explican que no es necesario la experiencia para adquirir un comportamiento. Entendiéndose como experiencia las habilidades que se obtienen a través de circunstancias o acontecimientos experimentados por los animales.

El comportamiento adquirido de los animales se basa en los distintos tipos de aprendizaje que se pueden encontrar en el reino animal; es así cómo podemos identificar el aprendizaje asociativo, el aprendizaje no asociativo y el aprendizaje inteligente. En el caso del aprendizaje asociativo, el aprendizaje es el resultado de la asociación de dos estímulos, donde uno de ellos puede ser positivo o negativo.

De igual forma, podemos clasificar las experiencias en pasivas (estímulos sensoriales) y activas (práctica de ciertas actividades), aunque estas pueden tener mayor o menor influencia dependiendo de la etapa del desarrollo en la que el individuo se encuentre, dado que mientras más inmaduro sea el individuo más susceptible a la adquisición de información por medio de las experiencias. En consecuencia, según la especie, existe un periodo donde los animales presentan una mayor susceptibilidad a la influencia de las experiencias y, por tanto, una mayor capacidad de aprendizaje; esta etapa es denominado como periodo sensible.

No obstante, los etólogos también han identificado una serie de predisposiciones y limitaciones en el aprendizaje por parte de los animales, y estas se relacionan no solo con la especie, las presiones selectivas que puedan sufrir y su desarrollo cognitivo. Se considera, que la habilidad de aprender es el resultado de procesos adaptativos y evolutivos como las características fenotípicas.

Tipos de aprendizajes derivados del comportamiento adquirido de los animales

Existen diferentes tipos de aprendizajes, de ellos derivan varios de los patrones de comportamiento adquirido de los animales; los cuales, presentamos a continuación:

Habituación

Clasificado entre los aprendizajes no asociativos, la habituación hace referencia al proceso donde se expone a un animal a un estímulo de forma repetitiva, hasta que se observa una disminución en su respuesta normal. Cuando se inicia el proceso, el animal en estudio muestra una respuesta determinada al estímulo, pero a medida que se repite el estímulo, la respuesta va disminuyendo hasta llegar a desaparecer.

Este patrón de comportamiento se encuentra ampliamente distribuido en el reino animal, se cree que su finalidad es prevenir y discriminar estímulos desconocidos que pueden ser potencialmente peligrosos de aquellos inofensivos. En este caso, la experiencia le indica al animal que se trata de un estímulo inofensivo y que no requiere invertir energía en una respuesta.

No obstante, no toda la disminución o desaparición de una conducta en un animal es habituación. Puede presentarse casos, donde un animal deje de responder ante un estímulo como resultado de algún trauma físico, crecimiento o maduración. Para que se considere habituación, el decremento de la conducta debe resultar de la exposición repetida del animal al mismo estímulo, si este estímulo deja de presentarse la respuesta puede recuperarse; de igual forma, si el animal lleva a cabo un entrenamiento de habituación, la respuesta se modificará cada vez de forma más rápida. Cabe destacar, que la respuesta a un estímulo dado puede causar una respuesta generalizada a diferentes estímulos, aunque si se le aplica un estímulo mucho más intenso puede recuperarse el comportamiento modificado.

Sensibilización

Como en el caso de la habituación, la sensibilización es considerado un proceso de aprendizaje no asociativo. En este caso, los patrones conductuales se modifican generando nuevas respuestas ante un estímulo previamente neutral, después de recibir un estímulo motivacional.

Condicionamiento clásico o pavloviano

Clasificado como un tipo de aprendizaje asociativo, también conocido como el modelo de estímulo-respuesta. En este tipo de aprendizaje se aplican dos estímulos diferentes con poca diferencia temporal; un primer estímulo considerado el condicional (E1), que produce una respuesta, y un segundo estímulo denominado incondicional (E2), es el que puede adquirir la cualidad de ocasionar una respuesta similar.

Este tipo de aprendizaje se documentó por primera vez por Ivan Pavlov, quien se encontraba estudiando el reflejo de salivación de los perros. Pavlov se dio cuenta que los perros salivaban cuando veían u olían la comida, incluso desde que percibían la presencia de su cuidador; lo que lo impulsó a probar si otros estímulos también eran capaces de producir la salivación. Para ello diseñó un experimento donde se exponía a los perros a un estímulo condicional (la comida), al mismo tiempo que a un estímulo neutro (el sonido de una campana); con el tiempo, los perros asociaban el sonido de la campana con la comida, y este se convertía en un estímulo incondicional; hasta tal punto, que los perros podían salivar solo con el sonido de la campana, sin la presencia de la comida.

Condicionamiento operante o instrumental

Cabe destacar que, tanto en la habituación como en el condicionamiento clásico, las conductas que se generan son innatas o propias de los animales; es decir, las respuestas que exhiben no muestran ningún comportamiento nuevo.

Existen otros tipos de aprendizajes asociados con el comportamiento adquirido de los animales y que no han sido estudiados de una manera amplia como los ya nombrados. Entre estos tenemos:

Aprendizaje latente: Algunos organismos son capaces de aprender de su entorno mediante la exploración del mismo, sin necesidad de una recompensa o asociando estímulos, sino que tiene la capacidad de hacer uso de la información que se encuentre en su ambiente.

Aprendizaje súbito: Hacemos referencia a este tipo de aprendizajes cuando apreciamos como un animal, sin necesidad de recurrir al ensayo y error (condicionamiento operante), es capaz de resolver un problema o de cambiar su conducta en relación a su entorno. En este caso, se asume que el animal tiene la capacidad de emplear la información obtenida al explorar su entorno, y aprender de este por medio de procesos cognitivos, derivando en la resolución de problemas. No obstante, puede ser que la resolución de un problema de forma súbita derive de experiencias previas, en este caso, podemos hablar que el animal ha desarrollado estrategias de aprendizajes; cuya ejecución, nos indica que el animal posee la capacidad de desarrollar nuevas soluciones gracias a la información adquirida.

Aprendizaje social: Aquellos animales cuyo comportamiento es social, cuentan con la ventaja de poder aprender observando e imitando el comportamiento de otros individuos de su misma especie. Entre los aprendizajes sociales podemos destacar la impronta.

Qué es la impronta

Uno de los aprendizajes sociales más relevantes en el reino animal, especialmente entre aves y mamíferos, es la impronta. La impronta se define como la adquisición de un patrón de comportamiento estable y perdurable en un animal joven o en desarrollo, justamente durante el periodo sensible. Siendo un fenómeno descrito por primera vez por Konrad Lorenz en su estudio de los gansos, hace referencia al mecanismo innato de aprendizaje, fijación y reconocimiento que presentan algunos animales, y que ocurre segundos o minutos después del nacimiento, donde el neonato identifica a su madre o a cualquier objeto en movimiento, siendo este el primer organismo del cual es consciente (ya sea al verlo, olerlo, oírlo o sentirlo) y por lo cual, el que tenderán a seguir.

Por medio de la impronta se desarrollan los primeros lazos sociales de algunos animales; las crías aprenderán no solo quienes son sus parientes, sino podrán adquirir de ellos conocimientos importantes para su desarrollo, vida adulta y, por tanto, su supervivencia. Es por ello, que este comportamiento es tan relevante en el mundo animal, ya que define no solo las primeras etapas de la cría, sino que también puede afectar su vida adulta.

Se ha estudiado que animales que presentan comportamientos alterados pueden haber sido expuestos a un proceso de impronta con modelos inadecuados; de igual forma, muchos estudios se han basado en la manipulación de la impronta para el beneficio de la cría de ciertos animales.

Ejemplo sobre el comportamiento adquirido de los animales

Hemos descrito de forma teórica los distintos aprendizajes que se pueden identificar en los animales y que generan un cambio en su conducta; ahora, en este segmento vamos a ejemplificarlos:

Uno de los ejemplos más comunes para entender la habituación, resulta del estudio del género Aplysia, un opistobranquio marino, como muy bien lo demuestran los trabajos de E.R Kandel y colaboradores. Estos investigadores observaron que, en condiciones normales, si se punza el sifón de Aplysia (el cual, comunica con la branquia y se encuentra parcialmente cubierto por el manto), estos moluscos lo retraían junto con la branquia, dentro de la cavidad del manto. Sin embargo, si se exponía a estos ejemplares a un estímulo constante (punción) con el tiempo, se aprecia como los ejemplares de Aplysia dejan de retraer el sifón, acostumbrándose al estímulo.

Resumen o esquema sobre el comportamiento adquirido de los animales

Bibliografía

  • Carranza, J. (2010). Etología: Introducción a la ciencia del comportamiento. Tercera Edición. Caceres, España: Unibersidad de Extremadura, Serbicio de Publicaciones.
  • Hickman, C. et al. (2002). Principios Integrales de Zoología. Quinta Edición. McGraw-Hill Latinoamericana de España.
  • Martinez Stack, J. & Buzas Riaño, A. (1991). La habituación: Fenomeno básico del aprendizaje. Inbestigación Psicologica. Vol. 1: 47-74.

Te sugiero que hagas una lectura sobre: el comportamiento de los seres vivos.