Comportamiento del grillo, por qué cantan

El comportamiento del grillo es un aspecto muy estudiado, debido a que se trata de un insecto con grandes implicaciones para algunas actividades humanas, en especial en el sector agrícola. Los grillos pertenecen a la familia Gryllidae del orden Orthoptera. Estos animales se diferencian de otros ortópteros como los saltamontes, por presentar antenas largas y delgadas, así como tener cercos abdominales táctiles, tres segmentos en los tarsos de las patas y setas sensoriales en los cercos.

Los grillos se encuentran distribuidos en casi todo el planeta. La mayoría de ellos se alimentan de materia de origen vegetal, aunque diversas especies pueden consumir carroña o depredar a otros invertebrados. Algunos gríllidos representan un problema en sembradíos, puesto que consumen vorazmente distintas partes de las plantas, como raíces y el follaje. Estos insectos suelen ser muy territoriales, por lo que el comportamiento del grillo suele describirse como agresivo, en especial frente a sus congéneres.

Hábitos y comportamiento del grillo

El comportamiento del grillo se define como territorial y agresivo, ya que muchas especies entablan feroces enfrentamientos en los que emplean sus poderosas mandíbulas para atacar a su rival. La mayoría de especies poseen hábitos nocturnos y son omnívoros, puesto que se alimentan de materia vegetal, hongos, carroña u otros insectos que depredan con sus poderosas mandíbulas.

La territorialidad de los grillos los convierte en luchadores inclementes, cuando dos individuos se encuentran en un mismo territorio. Las peleas derivan en la amputación de extremidades o incluso la muerte, si alguno de los individuos llega a “morder” la cabeza del otro. Otro comportamiento del grillo que caracteriza a este insecto, es su chirrido, que usa para comunicarse con sus congéneres, advirtiendo sobre su presencia y establecimiento de un determinado territorio o, para atraer a las hembras en la época reproductiva.

Agresividad y territorialidad en el comportamiento del grillo

El comportamiento del grillo macho se define como agresivo cuando se encuentra con otro individuo adulto. El enfrentamiento de estos animales termina con la retirada de alguno de ellos y el establecimiento del territorio por parte del otro.

De esta manera, en un contexto defensivo y territorial, el comportamiento del grillo consiste en una o varias acciones. Cuando el enfrentamiento es relativamente leve, los individuos levantan la porción delantera del cuerpo y se enfrentan chocando las antenas y moviendo el cuerpo; también se les ha visto dar golpes con las patas traseras. Cuando los encuentros se vuelven más agresivos e intensos, los grillos no solo levantan su cuerpo y chocan las antenas, sino que extienden las mandíbulas al tiempo que realizan la estridulación con sus alas.

Este comportamiento del grillo va seguido del forcejeo de las patas y el ataque con las mandíbulas, con la intención de propiciar mordiscos. En muchos casos, los machos terminan con mutilaciones en sus patas. Los enfrentamientos sirven también para establecer un orden de jerarquía, que indica cual es el macho que tendrá mayor éxito reproductivo, al ser aceptado por más hembras en la temporada de apareamiento.

¿Por qué “cantan” los grillos?

Es común escuchar que los grillos cantan, aunque el sonido que emiten no proviene de su boca, ni de sus patas como se suele pensar. Los “cantos” del grillo son estridulaciones o chirridos causados al frotar sus alas. Estos insectos cuentan con crestas, así como un borde endurecido en las alas delanteras. Al frotar dichas superficies se produce el característico sonido de los grillos. Este comportamiento del grillo representa una característica única de la familia Gryllidae, a excepción de algunos saltamontes capaces de producir un chirrido parecido, aunque las estructuras con las cuales lo producen son distintas.

Las estridulaciones producidas por estos insectos pueden variar de acuerdo al mensaje que desean enviar a sus congéneres. De esta manera, pueden emplear los chirridos para atraer a las hembras o como advertencia a otros machos. En casi todos los grillos las estridulaciones son producidas solo por los machos, aunque en unas pocas especies las hembras también cuentan con las estructuras necesarias para producir dicho sonido.

Los sonidos son captados por estos insectos, gracias a que presentan un órgano auditivo sobre su primer par de patas, conformado por una especie de membranas timpánicas ubicadas en las tibias, que les permite captar los chirridos. En el comportamiento del grillo, los chirridos les permite atraer pareja y, algunas investigaciones sugieren que les permite incluso detectar a sus parientes, como una estrategia para evitar la endogamia.

Asimismo, especies como los grillos de campo, de la subfamilia Gryllinae, pueden variar sus estrategias de canto, de manera que pueden emitir sonidos desde lugares estratégicos para la reproducción o, detener el canto y vagar en búsqueda activa de pareja. No obstante, se ha determinado que las llamadas reproductivas son energéticamente menos costosas que caminar para encontrar a una hembra reproductiva.

El chirrido de los grillos varía según la temperatura ambiental

Los insectos son animales que dependen de las condiciones ambientales para mantener su temperatura corporal. Es por ello que el comportamiento del grillo depende en gran medida de las condiciones de su entorno. Se ha demostrado, por ejemplo, que la llamada de los grillos varía en frecuencia de acuerdo a la temperatura ambiental. En general, la frecuencia de las estridulaciones aumenta con la temperatura, mientras que si el ambiente se encuentra más frío, los chirridos se vuelven menos frecuentes.

De hecho, gracias a varios estudios se ha determinado una fórmula para calcular la temperatura ambiental a través de los chirridos de los grillos. Para ello, se cuentan el número de notas que un individuo produce durante un minuto. Pasado este tiempo, se suman el número de notas y se divide entre cierto número que depende de la especie (5 para el grillo de campo Gryllus campestris); a este resultado se le resta 9. El resultado de esta operación será la temperatura en grados centígrados. La ecuación varía según distintas especies.

Comportamiento reproductivo del grillo

El comportamiento del grillo en la reproducción es muy diverso dentro de la familia Gryllidae. En general, consiste en la transferencia de un espermatóforo que deja el macho y sobre el cual se posa la hembra para obtener los espermatozoide. Durante el depósito, transferencia e inseminación del espermatóforo, dicha estructura queda vulnerable a la depredación de algunos insectos o la propia hembra.

Es por ello que muchas especies han desarrollado comportamientos y detalles estructurales que disminuyen el riesgo de que se pierda esta estructura y cumpla su papel de manera eficiente. En especies como Phyllopalpus pulchellus, los machos producen microespermatóforos sin esperma que son consumidos por la hembra, así como estructuras de mayor tamaño que depositan luego de que la hembra haya consumido varios microespermatóforos y proceda a posarse sobre uno de ellos.

Otras especies son capaces de construir nidos, como el grillo excavador Anurogryllus muticus, donde la hembra excava una especie de cámara de cría en el suelo, en el cual se encierra para poner los huevos. Además de poner huevos fertilizados, la hembra también produce huevos tróficos no fertilizados, de los cuales se alimentarán las ninfas una vez que eclosionan de los huevos. Luego de que las crías han devorado los huevos tróficos, la madre sale al exterior en busca de hierbas, con las cuales alimenta a las ninfas en desarrollo.

Regalos nupciales de los grillos

Entre el comportamiento del grillo en la reproducción, es común el de proveer regalos nupciales a la hembra durante el apareamiento. En muchos casos, dichos presentes son producidos de manera endógena, como en los géneros Pteronemobius y Allonemobius, en los cuales los machos cuentan con un espolón en las patas traseras que obsequian a las hembras para que se alimenten, además de permitirles beber su hemolinfa.

Por su parte, en especies de Oecanthus, los machos producen secreciones a través de glándulas dorsales del tórax, con las que alimentan a las hembras durante el apareamiento. La producción de espermatóforos extras también se considera como un regalo nupcial. Estas estructuras se introducen en el orificio genital de la hembra, antes de que el macho produzca un espermatóforo con esperma que será depositado exitosamente en el conducto genital.

¿Qué factores definen el éxito reproductivo de los grillos?

El comportamiento del grillo no suele ser lo único que define su éxito reproductivo. En estudios de especies como Ornebius aperta se ha comprobado que otros factores como una dieta alta en nutrientes, así como buenas condiciones físicas en general, tienen mayores probabilidades de aparearse exitosamente y más de una vez con varias hembras.

¿Los grillos son peligrosos para los humanos?

A pesar de la agresividad de estos insectos con sus congéneres, los grillos no se consideran peligrosos para los seres humanos. No obstante, algunas especies se convierten en plagas de jardín y de cultivos, ocasionando daños considerables en las prácticas agrícolas y de producción de especies ornamentales. Por otro lado, cuando existe una alta población de grillos en un lugar, son capaces de producir estridulaciones muy altas que terminan siendo molestas para muchas personas, en especial porque se trata de animales nocturnos.

Si bien un grillo puede llegar a morder a una persona, es poco probable que lleguen a atravesar su piel. Sin embargo, muchos de estos insectos son vectores de parásitos, por lo que deben ser tratados con cuidado. Además, las heces de los grillos pueden producir irritaciones en la piel.

Te invito a que también revises este tema: parasitismo entre especies.

Referencias

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