Comportamiento de los elefantes

César González Palomo/CC BY-SA 2.0

Uno de los animales más fascinantes del reino animal son los elefantes (orden Proboscidea, familia Elephantidae), entre otras características por su gran tamaño, que les ha permitido ostentar el título de ser uno de los mamíferos más grande en la actualidad, su extraordinaria trompa que puede funcionar como órgano nasal y también a modo de brazo, sus grandes orejas que le permiten regular su temperatura, el largo tiempo de gestación (el mayor entre los placentarios) y sus enormes colmillos. Igualmente por su dinámica familia y agrupaciones sociales. El comportamiento de los elefantes ha despertado interés en el ser humano, desde las formas en que parecen comunicarse a través de vocalizaciones, sus estructuras de agregación matriarcales, sus ritos de funerarios y, por supuesto, su inteligencia.

Actualmente, los elefantes se encuentran representado por dos géneros y tres especies.

El género Loxodonta se encuentra distribuido en el continente africano, cuenta con dos especies: L. africana, el elefante de sabana o matorral y L. cyclotis, el elefante de selva.

Elephas, es el segundo género de elefante que se encuentra en la actualidad, solo cuenta con una especie: E. maximus, la cual se distribuye en el continente asiático, reconociéndose tres subespecies. Ambos géneros se diferencian por la forma de las orejas, más pequeñas y redondeadas en el elefante asiático; también por su tamaño, siendo el elefante africano mucho más grande; por otra parte, la trompa de los elefantes asiáticos cuenta con un solo lóbulo que actúa como un dedo en su extremo distal, el elefante africano presenta dos lóbulos; otros aspectos a resaltar son la presencia de un lomo en el elefante asiático, entre otras.

Los elefantes son animales sociales que forman grupos numerosos, por lo que podemos encontrar grupos de hasta más de 20 individuos en las especies africanas, y un promedio de 12 individuos en la especie asiáticas, debido a esto, el comportamiento del elefante se relaciona con su vida en sociedad. Las agrupaciones en su mayoría se encuentran formadas por hembras, crías y especímenes juveniles, los machos suelen ser solitarios o andar en grupos de pocos individuos, y tienden a separarse de los grandes grupos de hembras cuando alcanzan una edad de 15 años. Estas agrupaciones tienen una estructura jerárquica de orden matriarcal, es decir, la hembra de mayor edad es la que se encarga de dirigir la manada.

A continuación, vamos a resumir algunas de las características sociales sobre el comportamiento de los elefantes.

Comportamiento de los elefantes en cuanto su organización social

Entre la diversidad de organizaciones sociales podemos encontrar las agregaciones jerárquicas, en donde las afiliaciones de los individuos se diferencian en niveles, que pueden estar caracterizados por ciertos patrones; este tipo de sociedades comúnmente exhiben una dinámica de fusión (unión) y fisión (segregación). Estas sociedades jerárquicas permiten responder ante las presiones por parte de los depredadores, la defensa de recursos, las oportunidades de apareamiento y el intercambio de información. Los elefantes presentan un tipo de organización social por jerarquía, la cual se encuentra bien descrita para las especies africanas.

Típicamente la unidad social está conformada por hembras relacionadas, así como sus descendientes; aunque pueden presentar asociaciones con otras unidades familiares para formar grupos de mayor tamaño. Estas unidades extras pueden estar o no emparentadas, pero normalmente se basan en sus relaciones de parentesco.

Así, entre las especies africanas, podemos encontrar cuatro niveles sociales que forman parte del comportamiento de los elefantes:

1.- Una hembra reproductora y su descendencia.
2.- Hembras reproductoras con descendencia que se asocian y forman grupos centrales.
3.- Grupos compuesto por unidades del nivel 2.
4.- Grupos compuestos.

Las agrupaciones de los elefantes asiáticos se han estudiado menos, pero se encuentran asociaciones también conformadas por grupos de hembras; se considera que los elefantes asiáticos ocupan nichos similares a los elefantes africanos.

Da Silva, S. & Wittermyer, G. (2012), encontraron que las poblaciones de elefantes africanas tienden a ser mucho más gregarias que las asiáticas, forman grupos mucho más grandes y sus unidades se encuentran fuertemente asociadas. Esta diferencia, causa que las estructuras jerárquicas entre los elefantes asiáticos sean menos estables, dado que mientras más relacionados o asociados se encuentran los grupos, más estable será su estructura. Otra diferencia es el tipo de ambiente en donde habitan, la sabana africana tiende a ser más abierta, facilitando el comportamiento social anti predadores y cooperación entre individuos con el fin de la defensa grupal; en cambio, los elefantes asiáticos no suelen tener depredadores tan activos (con excepción del ser humano) y cuentan con una cubierta vegetal natural.

Dominancia y segregación

La formación de jerarquías promueve la competencia por recursos y disminuye la frecuencia de disputas potenciales entre los individuos de una misma especie, este comportamiento se caracteriza por rasgos de dominación y sumisión.

Los elefantes son herbívoros generalistas y dependientes de una amplia distribución de recursos, por lo cual, presentan interacciones agonistas en bajas frecuencias dentro de sus comportamientos. No obstante, aunque estas no sean frecuentes, el comportamiento de los elefantes presenta formaciones jerárquicas de dominio entre sus grupos que resultan de interacciones matriarcales impulsadas por la experiencia (basadas en la edad), el tamaño de la hembra matriarcal y el tamaño de los grupos.

Wittermyer, G. (2007) encontró que las estructuras grupales de los elefantes presentan sistemas competitivos basados en la superposición de rango entre grupos y la falta de territorialidad, es decir, se trata de un comportamiento derivado del rango del terreno, pero no implica la monopolización de las áreas; probablemente relacionado a la calidad y distribución de los recursos asociados con la variación estacional en el ecosistema.

Los grupos dominantes se desplazan menos, en rangos más pequeños y normalmente en áreas protegidas, cercanas a cuerpos de agua, durante la estación seca. La dominancia beneficia a los grupos de elefantes de mayor tamaño, disminuyendo el gasto energético y permitiéndole acceso a hábitats más adecuados. Esto se relaciona con la segregación en la estación seca, donde los grupos o miembros de menor rango social tienden a separarse y recorrer distancias mayores para tener acceso a los recursos. En la estación húmeda, al haber mayor acceso y disponibilidad de recursos, no se aprecia esta segregación y los grupos tienden a permanecer agregados.

No obstante, las estrategias de estos mamíferos son adaptables a las condiciones ambientales, lo cual es una característica de las especies migratoria.

Comunicación de los elefantes

La comunicación está exclusivamente relacionadas a características del comportamiento de los elefantes, las distintas formas de comunicación comprenden los sentidos de la audición, el tacto y el olfato.

Vocalizaciones

Para el elefante africano se han categorizado al menos 10 tipos de vocalizaciones distintas relacionadas a once categorías de comportamiento, aunque todos, menos uno de los sonidos, son emitidos en más de un contexto. Una característica de las vocalizaciones es que la frecuencia en que se emite el sonido se encuentra relacionado con el nivel de emoción del individuo.

En general, los sonidos de bajas frecuencias son producidos cuando los elefantes se encuentran en un nivel de baja excitación y están relacionados con la cohesión grupal y el orden social. Por otro lado, el sonido de alta frecuencia se encuentra relacionados con un alto nivel de excitación y se emiten mayormente cuando presentan un comportamiento agresivo.

Tacto

La trompa de los elefantes es la herramienta mayormente utilizada en la comunicación táctil, en la cual ofrecen saludos, caricias y luchas. Pueden transmitir emociones como el afecto o el consuelo con sus caricias; las hembras adultas también suelen enseñar a sus crías cómo utilizar la trompa a modo de herramienta para movilizar objetos o reconocer texturas.

De igual forma, los elefantes pueden producir señales “sísmicas” cuando realizan diferentes actividades como caminar, correr, resoplar o gruñir. Estas vibraciones pueden viajar largas distancias y sirven como método de comunicación, donde otros elefantes pueden saber lo que están haciendo sus congéneres al monitorear estas transmisiones.

Olfato

Los elefantes suelen producir señales químicas a través de su orina y estiércol, en ellos son capaces de comunicar cuando las hembras se encuentran en condiciones reproductivas, también cuando los machos se sienten amenazados o intimidados.

Personalidad de los elefantes

Estos mamíferos tienen rasgos de personalidad distintivos entre individuos. En un estudio, realizado con elefantes en cautiverios, se pudo determinar al menos tres rasgos de personalidad relacionados con el comportamiento de los elefantes, entre los que podemos diferenciar una personalidad juguetona, curiosa y sociable. Por otro lado, se han identificado otros rasgos de personalidad basados en su función en las agrupaciones, en donde encontramos los tipos: juguetón, observador, tímido y confiado.

Estos rasgos de personalidad demuestran tener estabilidad temporal, lo que permite identificar diferentes tipos de personalidades entre sus agrupaciones. Estos rasgos pueden ayudar a los etólogos a predecir los roles que ocupan en sus grupos y el comportamiento de los elefantes.

Cabe destacar, que los estudios de personalidad se han llevado a cabo en elefantes en cautiverio, por lo cual, se debe tener cuidado al extrapolar los datos conductuales a los individuos y sus relaciones grupales en la naturaleza. Probablemente, se puedan identificar más rasgos de personalidad y sus roles dentro del grupos.

Inteligencia y emociones de los elefantes

Los elefantes presentan uno de los cerebros más grandes del mundo animal, con un peso de aproximadamente 5 Kg, sus características son similares al del ser humano con respecto a la estructura y complejidad. Las diversidades de comportamientos de los elefantes están relacionadas con la estructura de sus cerebros y sus capacidades cognitivas. Son capaces de aprender y enseñar, y presentan conductas como el duelo, el juego, el altruismo, uso de herramientas, la cooperación y la composición. Cabe destacar, que los estudios han rebelado que tienen conciencia de sí y cuentan con una gran capacidad retentiva, lo cual, se traduce en una buena memoria.

Se han registrados rasgos altruistas en sus personalidades, que le permite cooperar con otros miembros de la manada, ayudarlos y cuidar a especímenes juveniles, ancianos y enfermos. Otra conducta típica entre estos individuos es el juego, se les ha observado jugando, no solo a las crías sino también a ejemplares mayores, con objetos o con agua.

Comportamiento de los elefantes relacionado con el “duelo”

Puede ser uno de los comportamientos de los elefantes que ha generado más interés en el ser humano. Aunque es un mito la existencia de cementerios de elefantes, tal acepción se encuentra basado en conductas ampliamente observadas y estudiadas. Normalmente, estos animales permanecen en grupos cerca de cuerpos de agua; por lo cual, si padecen algún tipo de desnutrición o enfermedad, suelen buscar los cuerpos de agua. Si estos animales fallecen suelen encontrarse cerca de estos cuerpos de aguas, donde probablemente existan restos de otros compañeros muertos.

El estudio del comportamiento de los elefantes ante la muerte ha revelado que estos animales sufren la pérdida, y muestran comportamientos complejos con rituales funerarios, en donde pueden llegar a velar y honrar los restos de sus congéneres. Los elefantes pueden tocar con su trompa cuidadosamente el cadáver y emitir sonidos fuertes con su trompa. Una conducta curiosa, es que cuando se encuentran con huesos de familiares y antepasados suelen acariciarlos. Cuando una hembra matriarca muere, el grupo puede apreciarse devastado; con la muerte de la matriarca pierden la memoria histórica y muchos grupos no suelen recuperarse a nivel organizacional.

Son muchos los comportamientos de los elefantes que se han registrado en estudios de sus agrupaciones sociales, así como conductas que nos permiten inferir su inteligencia y su capacidad de sentir emociones, convirtiendo a estos animales en especímenes fascinantes para el estudio de la ecología de comportamiento.

Bibliografìa

  • Berg, K. 1982.
  • Da Silva, S. y Wittermyer, 2012.
  • Hickman et al. 2010.
  • Horback, K. et al. 2013.
  • Wittermyer, 2007.